Desde el lunes 16 de marzo de 2020, la ciudad de Kigali ha retomado la operación de demolición de casas en los barrios pobres de la capital para dejar espacio a los adinerados promotores inmobiliarios. Se obliga a los propietarios a demoler sus casas bajo la supervisión de las autoridades locales, de la policía y de los agentes de seguridad de la administración del distrito conocidos como DASSO. Las autoridades locales contratan personas que se ocuparán de la demolición cuando los propietarios se niegan a hacerlo.
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