Ann Garrison, redactora colaboradora de BAR
8 de marzo de 2023
En África, como en el resto del mundo, las maquinaciones estadounidenses socavan sus objetivos y unen a otras naciones que tratan de protegerse de un imperio desesperado.
Parece que Estados Unidos no entiende que, al resto del mundo, incluida África, no le gusta que lo mangoneen. Un ejemplo de ello es la negativa de los países africanos a reforzar la política exterior estadounidense en la Asamblea General de la ONU.
Durante la votación del 16 de febrero de 2023 en la Asamblea sobre una resolución que «condenaba» el papel de Rusia en Ucrania, casi la mitad de los países que se abstuvieron fueron africanos. Lo hicieron 15 de 32, aunque sólo 54 de los 193 países miembros de la ONU son africanos. Se abstuvieron Argelia, Angola, Burundi, República Centroafricana, República del Congo, Etiopía, Gabón, Guinea, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Sudán, Togo, Uganda y Zimbabue. Ningún país africano figuraba en la lista de países que presentaron la resolución y dos de los siete que votaron en contra eran africanos (Eritrea y Malí).
En 2022, la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación sudafricana, Naledi Pandor, deploró la ley de lucha contra la actividad maligna de Rusia del miembro de la cámara de representantes de los Estados Unidos, Gregory Meeks, calificándola de intrusión «totalmente injustificada» y en contra del derecho internacional. La Comunidad de Desarrollo de África Austral apoyó a Sudáfrica. La Cámara de Representantes había aprobado la ley en una votación en voz alta, pero el Senado parece haberse dado cuenta al menos de que era contraproducente y no la ha vuelto a sacar a colación.
No obstante, el 21 de febrero, los legisladores republicanos presentaron en la Cámara de Representantes la «H.Res.145, que se opone a que la república de Sudáfrica organice maniobras militares con la República Popular de China y la Federación Rusa, y pide a la administración de Biden que lleve a cabo un análisis exhaustivo de la relación entre Estados Unidos y Sudáfrica».
Las maniobras militares conjuntas se desarrollaron según lo previsto y los analistas de seguridad describieron con acierto la legislación estadounidense propuesta como un acto de desesperación.
Estados Unidos utiliza sus preferencias comerciales para intimidar a Etiopía. China da un paso al frente
El 1 de enero de 2022, Estados Unidos suspendió el derecho de Etiopía a acogerse a la Ley de Crecimiento y Oportunidades para África (en inglés, AGOA) por supuestas violaciones de derechos humanos durante la guerra de Tigray, un conflicto civil librado en Etiopía de noviembre de 2020 a diciembre de 2022. La ley había admitido el acceso libre de aranceles al mercado estadounidense de aquellas empresas que fabricaban en Etiopía.
Al principio de la guerra, Etiopía contaba con la economía de más rápido crecimiento del continente africano, por lo que el acceso libre de aranceles al mercado estadounidense estimulaba el aumento de su capacidad industrial y el incremento de divisas. Dos empresas internacionales, Hela Indochine Apparel PLC y Submarine Garment, abandonaron el parque industrial etíope de Addis Abeba tras la suspensión del acceso libre de aranceles, lo que costó el empleo a 5.000 etíopes, en su mayoría mujeres pobres.
La guerra terminó en diciembre cuando las fuerzas federales derrotaron al Frente de Liberación del Pueblo Tigray, un antiguo aliado estadounidense. Sin embargo, Estados Unidos se niega a restablecer el acceso libre de aranceles a Etiopía a menos que el país acepte cooperar con una investigación de la ONU sobre crímenes de guerra.
Las investigaciones y enjuiciamientos penales internacionales suelen ser una forma de imperialismo judicial diseñada para promover los objetivos de política exterior de Estados Unidos y sus aliados occidentales. Etiopía ha establecido su propio proceso de investigación y enjuiciamiento de crímenes de guerra y ha pedido que se ponga fin a la investigación de la ONU.
Mientras Estados Unidos intenta utilizar la AGOA como castigo-recompensa para imponer su voluntad a Etiopía, China ha dado un paso adelante para ofrecer a Etiopía acceso libre de aranceles a su propio mercado, mucho mayor. A principios de marzo, el presentador chino de la Red de Televisión Global China, Zhong Shi, entrevistó al ministro etíope de Finanzas, Ahmed Shide.
Zhong Shi: «China concederá un tratamiento arancelario cero al 98% de los artículos imponibles originarios de Etiopía a partir del 1 de marzo. ¿Qué importancia tiene esto para Etiopía? ¿Cuáles son sus expectativas al respecto?»
Ahmed Shide: «En primer lugar, nos gustaría elogiar el liderazgo del presidente Xi Jinping en China por ofrecer este tratamiento arancelario cero para los artículos de exportación de Etiopía y otros países. Se trata de una decisión muy oportuna y adecuada de la República Popular China para avanzar en nuestra cooperación. Esto también facilitará la exportación de Etiopía a China, que es muy importante y la inversión que hicimos en el pasado con el objetivo fundamental de aumentar nuestra capacidad de producción. Esta nueva decisión ha sido acogida con plena satisfacción por nuestro primer ministro, el gobierno y las empresas etíopes e internacionales que están en Etiopía, ya que se beneficiarán de ello.
Como resultado de esto, la capacidad de producción en Etiopía se verá reforzada, especialmente en este momento en que la COVID trae consigo múltiples desafíos, aumentan los precios internacionales debido al conflicto en Ucrania, se agudizan los problemas relacionados con el clima como la sequía. Por lo que la cooperación china apoyará el crecimiento y desarrollo de Etiopía. El propósito político de China ha mostrado ser muy útil y estamos muy agradecidos por esto.
China es en la actualidad el mayor socio comercial de Etiopía, fuente de inversiones y contratista de proyectos. Construyó la línea férrea entre Addis Abeba, la capital de Etiopía, y los puertos de Yibuti en el Golfo de Adén y océano Índico, en la conexión de África, Oriente Medio y Asia.
Con su economía devastada por los dos años de guerra, Etiopía también ha recurrido a China en busca de un alivio de la deuda, algo que no ha recibido del G20 ni del FMI, donde Estados Unidos tiene poder de veto.
Si imaginamos que todavía está en una época de dominio económico y no de competencia con las otras grandes potencias del mundo, a Estados Unidos le está saliendo el tiro por la culata en África».
Ann Garrison es redactora colaboradora de Black Agenda Report en la bahía de San Francisco. En 2014 recibió el Premio Victoire Ingabire Umuhoza de Democracia y Paz por sus reportajes sobre los conflictos en la región africana de los Grandes Lagos.
Se puede contactar con ella en ann(@)anngarrison.com.
Enlace al original: https://www.blackagendareport.com/us-shoots-itself-foot-africa
Traducido y Revisado por Ana Reinares Marín y Kevin Cogolludo Fitzpatrick