La Campaña de Navidad 2021 colabora con Camerún y Sudán del Sur

Como cada año, desde la Federación de Comités en Solidaridad con África Negra – UMOYA lanzamos nuestra campaña de Navidad. En esta ocasión, hemos seleccionado dos proyectos muy bonitos, uno de Camerún y otro de Sudán del Sur, que os presentamos en este artículo. Los fondos recaudados se repartirán íntegramente y de forma equitativa entre ambos.

Si deseas colaborar, tan solo debes realizar tu aportación en la cuenta corriente que te facilitamos a continuación. Recuerda indicar en el asunto «campaña de Navidad». No hay un máximo ni un mínimo para estas donaciones; sea cual sea la cuantía, siempre es una aportación valiosa y la recibimos con todo nuestro cariño y agradecimiento. Tampoco hay unas fechas determinadas para poder colaborar, aunque habitualmente realizamos balance a finales del mes de enero.

Cuenta: Banca Fiare – ES53 1550 0001 2500 0083 8227

Titular: Comités de Solidaridad con África Negra

Asunto: Campaña de Navidad

Si deseas divulgar entre tus amigos y conocidos esta iniciativa o los proyectos que este año la integran, estaremos tremendamente agradecidas/os. Para ello, puedes descargarte toda la información en PDF pinchando en este enlace.

 

En cuanto al proceso de selección de los proyectos, diferentes voluntarias de los Comités contactan o son contactadas por organizaciones y personas de confianza de los países con los que trabajamos. Estos les explican en qué consiste su proyecto, qué necesidades tienen y facilitan fotografías, vídeos y otro tipo de documentación para conocerlo. Durante el último trimestre del año, se presentan y debaten las propuestas y se elige por votación la o las seleccionadas atendiendo a que encajen con nuestros principios, valores y líneas de actuación, a su impacto y su urgencia.

En este enlace puedes encontrar información sobre pasadas campañas de Navidad. Si tienes alguna duda o necesitas que te facilitemos más información sobre el proceso, puedes escribirnos a umoya@umoya.org.

 

 

Camerún  |  Proyecto de producción de compresas reutilizables para el progreso

Con el fin de promover los derechos de las mujeres y la lucha contra cualquier forma de violencia sexista y sexual, la asociación camerunesa AFFAMIR (Association pour le bien-être de la Femme et des Familles du Milieu Rural) presenta a Umoya este proyecto en la comuna de Penka Michel, que consta de cuatro pueblos: Bansoa, Balessing, Bamendou y Baloum.

Estamos en un entorno tradicional y profundamente conservador, donde más del 95 % de las familias son poligámicas. La principal actividad de las mujeres es la agricultura de subsistencia, que realizan manualmente. Venden parte de su cosecha para satisfacer sus necesidades y las de sus hijos, ya que la educación, la nutrición, la salud y el resto de necesidades que presentan son su responsabilidad.

La agricultura de exportación (café arábica), principal actividad de los hombres, casi ha desaparecido. Por esas razones, la mayoría de las familias vive en una gran precariedad. En estas condiciones, cuando tienen algo de dinero, concentran sus esfuerzos en la nutrición, la educación de sus miembros y descuidan otros tipos de necesidades de sus hijos, como el acceso a compresas.

Sin recursos para adquirirlas, las chicas utilizan cualquier cosa para protegerse cuando tienen su regla (hojas, trozos de tela, papel, ropa vieja…). Otras intercambian el sexo por las compresas y, a menudo, muchas de ellas se quedan embarazadas a causa de esta transacción, ya que tampoco tienen acceso a la información sobre la salud sexual y reproductiva en una sociedad donde el sexo sigue siendo tabú. Las consecuencias de esos embarazos precoces y no deseados son a veces dramáticas. De hecho, es casi imposible que una chica que se queda embarazada siga estudiando porque ya no recibe ninguna ayuda de sus padres, que piensan que invertir en ella es una pérdida de dinero ya que nadie se casará con ella, situación muy grave en una comunidad donde las mujeres que llegan a una cierta edad sin casarse sufren todo tipo de estigmatización.

Desde hace varios años, AFFAMIR sensibiliza a las jóvenes sobre los riesgos vinculados a una sexualidad precoz y no protegida. En septiembre 2018, la organización empezó a distribuir compresas desechables a las chicas durante las sesiones de sensibilización, pero nos dimos cuenta de que esta solución no era sostenible, ya que la organización no podía donar compresas a todas las chicas de la comuna que tenían su regla todo el tiempo. Por ello nació la idea de producir compresas reutilizables.

El objetivo de este proyecto es, pues, contribuir a dar soluciones a las jóvenes y familias rurales en lo que se refiere a esta problemática de gestión de la salud sexual y reproductiva y de la regla.

Se trata de producir compresas reutilizables, ecológicas y económicas que durarán entre dos y tres años, dependiendo de su mantenimiento. Han creado un taller de producción en el que estamos formando a cuatro costureras para que produzcan las compresas reutilizables. Su capacidad de producción será de 200 paquetes de compresas al mes. El estudio del mercado muestra que hace falta multiplicar por dos esta capacidad de producción para satisfacer las necesidades del mercado y para seguir sensibilizando a los jóvenes escolarizados y no escolarizados sobre los riesgos de una sexualidad precoz y no protegida.

El proyecto tiene un presupuesto total de 44.450 euros y solicita a Umoya la cantidad de 12.000 euros para el salario de dos costureras y dos comerciales, su formación y seguimiento, compra de máquinas de coser, material para las compresas y obras de renovación del taller.

 

 

Sudán del Sur  |  Proyecto de agricultura de subsistencia y formación agrícola 

Cuando la crisis humanitaria en Sudán del Sur llega a su octavo año, aproximadamente dos tercios de la población necesitan algún tipo de ayuda humanitaria. El COVID-19 y las crisis económicas afectaron negativamente a los hogares, al aumentar el precio de los alimentos y debilitar el sistema de salud. Además, se interrumpió el sistema de enseñanza y muchos niños están sin escolarizar, situación que afecta a las niñas de forma desproporcionada.

La inseguridad alimentaria persiste en las comunidades de todo el país, concentrándose en las zonas afectadas de forma recurrente por la violencia y las inundaciones, en particular en el Estado de Lagos. Todo este panorama ha socavado una producción agrícola ya en peligro, destruyendo los medios de vida de agricultores y pastores y provocando escasez de alimentos a las comunidades, cuyo poder adquisitivo y acceso al mercado han ido disminuyendo con la continuación del conflicto. La agricultura del país depende casi por completo de las precipitaciones, por lo que la variabilidad de las mismas en cuanto a cantidad y distribución suele ser el principal factor que determina la producción de los cultivos.

La inseguridad alimentaria en Rumbek y sus alrededores es de nivel de emergencia, con un agotamiento generalizado de las reservas de cereales de la cosecha 2020-2021. De ahí, los altos niveles de malnutrición entre los menores de cinco años, los ancianos y otros grupos vulnerables.

Los precios de los alimentos básicos están alcanzando niveles exorbitantes. Esto se ha visto agravado por la desigualdad de género y el incumplimiento de los derechos de las mujeres, lo que ha limitado su acceso a las actividades económicas.

En este contexto la Fundación Mary Ward apoya un proyecto de agricultura de subsistencia que pertenece a un sólido y gran proyecto integral en la comunidad de Maker Kuei desde hace más de 15 años: Loreto Rumbek, el cual abarca una escuela primaria, una escuela secundaria, una plantación de agricultura sostenible, un centro de nutrición y un centro de salud.

El proyecto aborda la seguridad alimentaria y el empoderamiento económico y social de las mujeres, niñas y niños de la localidad a través de acciones de agricultura sostenible que ayudan además a complementar la alimentación del centro escolar.

Participan 340 alumnas que trabajan la tierra como parte de su formación integral y 100 mujeres cabeza de familia que aprenden nuevas técnicas agrícolas prácticas. Además, se ganan la vida mediante su salario semanal y los alimentos secos que reciben en especie mensualmente. Los alimentos que se producen en la granja agrícola (en su mayoría verduras) complementan también la dieta proporcionada en el centro de nutrición para embarazadas y menores de 5 años con diagnóstico de malnutrición. Así, los beneficiarios indirectos del proyecto de agricultura de subsistencia son 3.960 en total.

El proyecto tiene un coste anual de 39.000 euros y, con la colaboración de Umoya, la Fundación Mary Ward espera conseguir los 7.000 euros necesarios para la compra de semillas e insumos para la agricultura.

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