Nota de la Edición- El conflicto actual de Mali no ha surgido de forma espontánea, sino que lleva fraguándose desde hace tiempo, este artículo aunque publicado hace años, es valioso y cobra actualidad en cuanto que a través de una revisión histórica reciente muy documentada nos ofrece el origen del entramado de las distintas fuerzas políticas occidentales en juego y cómo el terrorismo yihadista “globalizado”, no es más que un instrumento de éstas para mantener la dinámica de guerra continua conveniente a sus intereses económicos competitivos frente a China.
1ª parte: ¿Otra guerra de los Treinta Años en África?
A primera vista, parece bastante improbable que las potencias de la OTAN, organización liderada por François Hollande, el presidente socialista del gobierno neocolonialista francés (con el completo, aunque discreto, apoyo de la Administración Obama), vayan a poner en marcha en Mali lo que algunos conocen como otra guerra de los Treinta Años contra el Terrorismo.
Mali consta de una población de 12 millones de habitantes, así como de una superficie tres veces y media superior a la de Alemania. Es un país sin salida al mar que se encuentra en el centro de África occidental y cuyo territorio forma parte, en gran medida, del desierto del Sáhara. Tiene frontera con Argelia al norte del país, con Mauritania al oeste y con Senegal, Guinea, Costa de Marfil, Burkina Faso y Níger al sur. Las personas que conozco y que han estado en el país antes de los recientes intentos de desestabilización con EEUU al frente se referían a él como uno de los lugares más seguros y bonitos del mundo, la tierra de Tombuctú. Alrededor del 90 % de sus habitantes profesan distintas ramas del islam. Su agricultura es de subsistencia y el índice de alfabetización adulta está en torno al 50%. No obstante, el país se ha vuelto, de repente, el centro de otra «guerra contra el terror» a nivel mundial.
El 20 de enero, (2013) el primer ministro británico, David Cameron, anunció la curiosa decisión de su país de consagrarse a la erradicación de la «amenaza terrorista» presente en Mali y en el norte de África. Cameron dijo lo siguiente: «Requiere de una respuesta que no dure meses, sino años o incluso décadas. Y esa respuesta… debe darse con una férrea determinación […]». [1] Gran Bretaña, durante su apogeo colonial, no se interesó nunca por Mali. Hasta su independencia en 1960, Mali fue una colonia francesa.
El 11 de enero,(2013) tras más de un año ejerciendo presión entre bastidores para que los vecinos argelinos se vieran enredados en la invasión de Mali, Hollande decidió hacer una intervención militar directa con el apoyo de EEUU. Su gobierno realizó ataques aéreos en el norte de Mali, controlado por los rebeldes, contra un grupo de yihadistas salafistas fanáticos y asesinos que se hacía llamar el Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). El pretexto de aquella acción repentina en apariencia por parte de Francia fue la maniobra militar llevada a cabo por un pequeño grupo de yihadistas islámicos compuesto por tuaregs llamado Ansar Dine, el cual estaba afiliado al grupo AQMI, de mayor tamaño. El 10 de enero, Ansar Dine, apoyado por otros grupos islamistas, atacó la ciudad sureña de Konna. Esa fue la primera vez, desde la rebelión de los tuaregs de principios del 2012, que los yihadistas rebeldes se desplazaron del territorio tradicionalmente de los tuaregs, situado al norte del desierto, para expandir la ley islámica al sur de Mali.
Como puso de relieve el periodista francés Thierry Meyssan, el ejército francés estaba bastante bien preparado: «El presidente de la transición, Dioncounda Traoré, declaró el estado de emergencia y pidió ayuda a Francia. Francia intervino a las pocas horas para impedir la caída de la capital, Bamako. El Eliseo fue previsor; ya había destinado de antemano a Mali a tropas del 1er Regimiento de Paracaidistas de Infantería de Marina (“Regimientos Coloniales”), el 13er Regimiento de los Dragones Paracaidistas, helicópteros del Mando de Operaciones Especiales, tres Mirage 2000D, dos Mirage F1, tres C135, un Hércules C130 y un Transall C160 ».[2] ¡Qué conveniente coincidencia!.
El 21 de enero, unos aviones de transporte del ejército del aire estadounidense empezaron a llevar a cientos de soldados de élite franceses y equipo militar a Mali, aparentemente, con el objetivo de hacer retroceder lo que denominaron un avance terrorista que estaba fuera de control al sur, en dirección hacia la capital de Mali. [3] El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, dijo a los medios que el número de «efectivos sobre el terreno » maliense había alcanzado los 2000 y añadió que unos 4000 efectivos iban a ser movilizadas para aquella operación en bases de dentro y fuera de Mali. [4]
Sin embargo, hay claros indicios de que los planes que tiene Francia con respecto a Mali son de todo menos humanitarios. En una entrevista para France 5 TV, Le Drian confesó espontáneamente que su objetivo era «reconquistar Mali por completo y sin dejar ni un solo foco de resistencia». Por su parte, el presidente François Hollande declaró que las tropas francesas se quedarían en la región el tiempo suficiente como para «derrotar al terrorismo». Los Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Bélgica, Alemania y Dinamarca dijeron que apoyarían la operación francesa en Mali. [5]
Mali, como gran parte de África, es rica en materias primas. Dispone de grandes reservas de oro, uranio y, por mucho que las compañías occidentales petroleras quieran ocultarlo, de petróleo, mucho petróleo. Los franceses optaron por ignorar la gran cantidad de recursos de Mali, dejándolo como un país pobre de agricultura de subsistencia. Bajo el mandato del ya destituido presidente electo democráticamente, Amadou Toumani Touré, el gobierno inició por primera vez la cartografía sistemática de la inmensa riqueza existente bajo el suelo del país. Según Mamadou Igor Diarra, el primer ministro anterior, la tierra malí contiene cobre, uranio, fosfato, bauxita, gemas y, especialmente, un gran porcentaje de oro, petróleo y gas. Por lo tanto, Mali es uno de los países del mundo con más materias primas. Con su minería de oro, el país es uno de los explotadores principales; está justo por detrás de Sudáfrica y Ghana. [6] Dos tercios de la electricidad de Francia se generan con energía nuclear, por lo que necesita fuentes nuevas de uranio. En la actualidad, Francia importa cantidades significativas de uranio de Níger, el país vecino.
Ahora bien, la situación se vuelve más compleja.
De acuerdo con antiguos expertos de la milicia estadounidense normalmente fiables, que se han familiarizado de forma directa con la región y están dispuestos a hablar de forma anónima, resulta que las fuerzas especiales de EEUU y de la OTAN entrenaron a los grupos que ellos mismos categorizan de «terroristas», lo cual ahora justificaría la invasión neocolonial de Mali por parte de Francia con el apoyo de EEUU Las preguntas más acuciantes son estas: ¿por qué iban Estados Unidos y Francia a entrenar a los terroristas que ahora quieren destruir mediante la «guerra contra el terror»? ¿Es que se sorprendieron de verdad al ver que aquellos a los que habían entrenado no demostraban lealtad por la OTAN? ¿Y qué hay detrás de la toma del poder de Mali por parte de Francia con el apoyo del AFRICOM (el Mando Militar Estadounidense para África)?
2ª parte: El AFRICOM y «Victoria’s Secret»
Lo que de verdad está ocurriendo en Mali con el AFRICOM y con países de la OTAN, sobre todo Francia, es una especie de «Victoria’s Secret» geopolítico: lo que crees que estás viendo no es absolutamente la realidad.
Estos últimos meses nos llevan diciendo reiteradas veces que algo que supuestamente se hace llamar a sí mismo Al Qaeda —la organización a la que el gobierno de EEUU culpa oficialmente de haber pulverizado tres torres del World Trade Center y de haber dejado un enorme agujero en una sección del Pentágono el 11 de septiembre de 2001—se ha reagrupado.
De acuerdo con informes en medios populares y declaraciones de funcionarios gubernamentales de varios países miembros de la OTAN, el grupo original del difunto Osama bin Laden, el cual se supone que había estado escondido en las cuevas de Tora Bora en Afganistán, ha adoptado aparentemente un modelo moderno de negocio y está distribuyendo «franquicias oficiales» de Al Qaeda a modo de «McDonald’s del Terrorismo», con Al Qaeda en Irak, el Grupo Islámico Combatiente en Libia y, ahora, el Al Qaeda del Magreb Islámico.
He oído hasta noticias de que se ha creado una nueva «franquicia oficial» de Al Qaeda llamada, por raro que suene, el Al Qaeda Cristiano [sic] de la República Democrática del Congo. [7] Es algo muy inverosímil que me recuerda a una secta igual de extraña llamada Judíos para Jesús, la cual fue creada en la época hippie durante la guerra de Vietnam. ¿Será que los arquitectos de estos grupos tan disparatados tienen muy poca imaginación?
La historia oficial atribuye la mayor parte de los problemas en Mali al Al Qaeda del Magreb Islámico. Lo cierto es que este grupo tan extraño es producto de varias maquinaciones bajo cuerda. Al principio, estaba radicado en Argelia, en la frontera con Mali, y se hacía llamar Grupo Salafista de Predicación y Combate (GSPC, por sus siglas en francés).
En 2006, el gurú principal de Al Qaeda tras la muerte de Osama bin Laden, el yihadista egipcio Ayman al Zawahiri, anunció públicamente la concesión al argelino GSPC de la franquicia de Al Qaeda. El nombre se cambió por el Al Qaeda del Magreb Islámico y las operaciones en Argelia contra el terrorismo le han obligado estos dos últimos años a desplazarse a los confines del desierto al norte de Mali. Se dice que este grupo no es más que una banda criminal bien armada que obtiene su dinero de pasar cocaína suramericana de África a Europa o de tráfico de armas y personas. [8]
Un año después, en 2007, el emprendedor Al Zawahiri sumó otro bloque a su cadena mafiosa de Al Qaeda al anunciar oficialmente la fusión entre el Grupo Islámico Combatiente en Libia y el Al Qaeda del Magreb Islámico.
El Grupo Islámico Combatiente en Libia fue creado por un yihadista nacido en Libia llamado Abdelhakim Belhaj. Este hombre fue entrenado por la CIA como parte de la guerrilla muyahidín financiada por EEUU en Afganistán en los años ochenta junto con otro alumno de la CIA llamado Osama bin Laden. Básicamente, como remarca el periodista Pepe Escobar, «en la práctica, se considera que el Grupo Islámico Combatiente en Libia y el Al Qaeda del Magreb Islámico son lo mismo desde entonces, y Belhaj era y es su emir». [9]
Y todo esto se pone incluso más interesante cuando nos enteramos de que los hombres de Belhaj —quienes, según Escobar, se encontraban en las primeras filas de la milicia de bereberes de las montañas al suroeste de Trípoli, la llamada Brigada de Trípoli— fueron entrenados en secreto dos meses por las fuerzas especiales de EE. UU. [10]
El Grupo Islámico Combatiente en Libia, apoyado por EEUU y Francia, desempeñó un papel clave en el derrocamiento de Gadafi, el cual ha transformado a Libia en lo que un comentarista describe como «el bazar de armamento al aire libre más grande del mundo». Se dice que grandes cantidades de dicho armamento se pasan de Bengasi a Mali y a otros tantos focos de desestabilización. Otro ejemplo de ello es lo transportado en barco de Libia a Turquía para ser puesto en manos de varios terroristas insurgentes enviados a Siria para avivar la destrucción del país, según lo que se dio a entender en el reciente Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos con el testimonio de la secretaria de Estado saliente Hillary Clinton. [11]
Ahora bien, ¿qué pretende hacer en Mali y más allá de Mali este atípico conglomerado de terrorismo globalizado, formado por el Grupo Islámico Combatiente Libio, el Grupo Salafista de Predicación y Combate y el Al Qaeda del Magreb Islámico? Y ¿en qué sentido le conviene al AFRICOM y a Francia?
3ª parte: El curioso golpe militar en Mali y el terrorismo del AQMI en exquisita sincronización.
La situación empezó a ponerse muy extraña en Mali, hasta entonces un país tranquilo y democrático, el 22 de marzo de 2012, cuando el presidente malí, Amadou Toumani Touré, fue obligado a exiliarse tras un golpe militar un mes antes de las elecciones presidenciales. Touré había instituido antes de aquello un sistema democrático multipartidista. El líder del golpe de estado, el capitán Amadou Haya Sanogo, había recibido entrenamiento militar en Fort Benning, Georgia (EEUU) y en la base del cuerpo de marines de Quantico, Virginia (EEUU), de acuerdo con el portavoz del AFRICOM. [12] Sanogo declaró que el golpe militar era necesario porque el gobierno de Touré no estaba haciendo lo suficiente para sofocar la agitación de los tuaregs al norte de Mali.
Tal como señala Meyssan, el golpe militar contra Touré de marzo de 2012 es sospechoso en todos los aspectos. Un grupo del que antes no se había oído hablar, el CNRDRE (en español: el Comité Nacional por la Recuperación de la Democracia y la Restauración del Estado), derrocó a Touré y declaró su intención de restablecer la ley maliense y el orden en el norte.
Meyssan apuntó al respecto: «Hubo mucha confusión, puesto que los golpistas fueron incapaces de explicar de qué manera sus actos iban a mejorar la situación. El derrocamiento del presidente fue incluso más extraño, ya que se iba a celebrar una elección presidencial cinco semanas después para la que el entonces presidente no se había presentado como candidato. El CNRDRE está compuesto de militares entrenados en Estados Unidos. Pararon el proceso y le otorgaron el poder casualmente al francófilo Dioncounda Traoré, uno de sus candidatos. Este juego de manos fue legalizado por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO, por sus siglas en francés o ECOWAS en inglés), cuyo presidente no es nada más y nada menos que Alassane Ouattara, quien fue puesto en el poder de Costa de Marfil por el ejército de tierra francés un año antes». [13]
Alassane Ouattara se formó en economía en EEU. y es un antiguo alto funcionario del FMI que, en 2011, expulsó a su rival presidencial de Costa de Marfil con la ayuda del ejército francés. Debe su cargo no al New York Times, sino a las fuerzas especiales de Francia. [14]
Cuando se dio el golpe militar, el tema de la agitación social provenía de la tribu étnica tuareg, un grupo nómada, secular, dedicado al pastoreo de ganado, el cual exigió su independencia de Mali a principios del 2012.
La rebelión de los tuaregs fue, según consta, armada y financiada por Francia, quien repatrió a tuaregs que habían estado luchando en Libia con el objetivo de declarar la ley sharía y de separar el norte de Mali, en su frontera con Argelia, del resto del país. Solo duró de enero a abril de 2012, momento en el que los combatientes tuaregs se marcharon a los lugares que frecuentaban como nómadas, localizados en el Sáhara central y los confines del Sáhel, una vasta zona desértica no delimitada entre Libia , Argelia , Mali y Níger. De ese modo, la fusión libio-argelina del Grupo Islámico Combatiente en Libia y el Al Qaeda del Magreb Islámico y sus socios de la organización yihadista Ansar Dine fueron los que tuvieron que llevar a cabo el trabajo sucio para Francia. [15]
En la batalla del 2012 por su independencia de Mali, los tuaregs habían establecido una alianza impía con los yihadistas del AQMI. Ambos grupos unieron fuerzas brevemente con Ansar Dine, otra organización islamista liderada por Iyad Ag Ghaly. Se cree que Ansar Dine tiene lazos con el Al Qaeda del Magreb Islámico, dirigido por el primo de Ag Ghaly: Hamada Ag Hama. Ansar Dine quiere que se imponga la estricta ley sharía en Mali.
Los tres grupos principales colaboraron durante un corto periodo de tiempo cuando Mali se vio sumida en el caos tras el golpe militar de marzo de 2012. El líder del golpe era el capitán Amadou Haya Sanogo, un militar que fue entrenado en el campo del cuerpo de marines de Quantico (Virginia, EE. UU.) y por las fuerzas especiales en Fort Benning (Georgia, EE. UU.). Por un extraño giro de los acontecimientos, a pesar de la afirmación de que el golpe había sido suscitado por la incapacidad por parte del gobierno civil de contener la rebelión del norte, la milicia malí perdió el control de las capitales regionales de Kidal, Gao y Tombuctú diez días después de que Sanogo hubiese tomado el poder. Reuters describe este absurdo golpe como un «un espectacular gol en la portería propia ». [16]
La violación de la constitución maliense por parte de la milicia se usó para desencadenar la puesta de duras sanciones al gobierno militar central. Se expulsó a Mali temporalmente de la Unión Africana; el Banco Mundial y el Banco Africano de Desarrollo suspendieron las ayudas; y los Estados Unidos redujeron a la mitad los 140 millones de dólares de ayuda que le enviaba cada año. Todo esto provocó que reinara el caos en Mali y que fuera prácticamente imposible que el gobierno respondiera ante la creciente pérdida de territorio del norte en favor de los salafistas.
4ª parte: El terrorismo contra el terrorismo
Lo que sucedió a continuación parece una página sacada del libro de texto en el que el general de brigada británico Frank E. Kitson habla de la insurgencia contra la insurgencia durante los años cincuenta en las operaciones británicas contra la rebelión del Mau Mau en Kenia. La insurgencia yihadista al norte y el golpe militar que se dio simultáneamente en la capital llevó a Mali a encontrarse inmediatamente aislado y a ser inmensamente castigado con sanciones económicas.
La Comunidad Económica de Estados de África Occidental, controlada por EE. UU. y Francia y compuesta por 15 miembros de la región, actuó con indecente premura al ordenar a los líderes del golpe que restauraran el gobierno civil. El 26 de marzo, EE. UU. dejó de prestarle ayuda militar a un empobrecido Mali, lo cual condenó al país a un caos total justo cuando los yihadistas realizaron su mayor ofensiva en el sur. Posteriormente, en una reunión el 2 de abril en Dakar, Senegal, los miembros de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental cerraron sus fronteras con Mali que no tiene litoral, y le impusieron duras sanciones, como, la imposibilidad de acceder al banco de la región, aumentando la probabilidad de que Mali no pudiera comprar suministros esenciales, como la gasolina.
La misma milicia que «entrena» a los terroristas también entrena a los «antiterroristas». Esto suena a una extraña contradicción de principios si no entendemos la esencia de los irregulares métodos de guerra empleados por EE. UU. y Gran Bretaña desde principios de los años cincuenta.
Originalmente, para denominar este método se acuñó el término de «guerra de baja intensidad» por el oficial del Ejército Británico que lo creó y perfeccionó para controlar a las zonas sometidas de Malasia y Kenia durante la lucha por su libertad con la rebelión del Mau Mau en los años cincuenta y, más adelante, para el ejército británico en Irlanda del Norte. La guerra de baja intensidad, tal como él la llamó en su libro homónimo, [17] consiste en recurrir al engaño y a la infiltración de agentes dobles y agitadores, así como de desertores, para que lleven a cabo movimientos populares legítimos, como las luchas por la independencia colonial después de 1945.
A veces se denomina este método con la expresión inglesa de «Gang/Counter-Gang» (bando contra bando). La esencia de éste es que el servicio de inteligencia que esté detrás o las tropas de ocupación militar, ya sea el ejército británico en Kenia o la CIA en Afganistán, son los que en realidad controlan los actos de ambas partes del conflicto interno, lo cual trae como resultado que se originen pequeñas guerras civiles o guerras entre bandos con el objetivo de disolver un movimiento que, a grandes rasgos, es legítimo y de crear un pretexto para poder llevar a esos sitios tropas de ocupación militar y realizar lo que EEUU ha renombrado ahora falsamente como «operaciones para el mantenimiento de la paz» (PKO, por sus siglas en inglés). [18]
En su curso avanzado sobre las intervenciones militares de Estados Unidos desde Vietnam, Grant Hammond, de la Air War College (Escuela Superior de Guerra Aérea de EE. UU), se refiere sin tapujos a la guerra de baja intensidad, también conocida como operaciones para el mantenimiento de la paz, como «la guerra con otro nombre». [19]
Empezamos a ver las huellas ensangrentadas de una no muy bien disfrazada recolonización por parte de Francia de la antigua África francesa, esta vez utilizando el terrorismo de Al Qaeda como trampolín para poder ejercer presencia militar allí por primera vez tras más de medio siglo. Probablemente, las tropas francesas se quedarán allí para ayudar a Mali en una «operación de mantenimiento de la paz». EE. UU. está apoyando por completo a Francia, sirviendo ésta de peón al AFRICOM. Además, el Al Qaeda del Magreb Islámico y sus filiales hacen que la intervención militar de la OTAN sea posible.
Estados Unidos declaró que el golpe militar le había pillado por sorpresa. De acuerdo con los comunicados de prensa, el AFRICOM del Pentágono realizó un análisis confidencial interno en julio de 2012, donde se sacó como conclusión que el golpe se había desarrollado demasiado deprisa como para que los analistas de la inteligencia estadounidense detectaran claras señales de advertencia. «El golpe de Mali avanzó muy rápido y no se advirtieron apenas señales de aviso», dijo el portavoz del AFRICOM, el coronel Tom Davis. «El detonante de todo esto se dio entre los militares subalternos, quienes terminaron por derrocar al gobierno, no entre los superiores, en cuyo caso habría sido más fácil ver las señales de advertencia». [20] Ese punto de vista se ha puesto mucho en tela de juicio. En una entrevista extraoficial con el New York Times, un oficial de las Fuerzas de Operaciones Especiales manifestó estar en desacuerdo con él al decir: «Esto lleva incubándose cinco años. Los analistas fueron autocomplacientes con sus suposiciones y no supieron ver los grandes cambios que se habían producido ni el impacto que habían tenido, como el gran arsenal proveniente de Libia, así como la variedad y el creciente número de los combatientes islámicos que habían vuelto». [21]
Parece más acertado decir que el AFRICOM fue quien «había estado incubando» la crisis durante cinco años desde finales del 2007, cuando comenzó a realizar operaciones. Para el Pentágono, Mali no es más que un pilar fundamental para la militarización de toda África por el AFRICOM con la ayuda de ejércitos interpuestos, como el francés, quienes se encargan de hacer el trabajo sucio. La intervención de Mali usando a Francia como peón y poniéndola al frente es un componente básico para la militarización de África por completo, cuyo principal objetivo no es hacerse con recursos estratégicos, como el petróleo, el gas, el uranio, el oro o el mineral de hierro. El objetivo estratégico real es China y la presencia comercial china con un rápido crecimiento en África durante la última década. El AFRICOM quiere sacar a China de África o, al menos, paralizar irreparablemente su acceso de manera libre a los recursos africanos anteriormente mencionados y que tal situación sea irreversible. Una China económicamente independiente, según varios departamentos del Pentágono o los comités de expertos neoconservadores de Estados Unidos, podría resultar en una China políticamente independiente. « ¡Dios no quiera! », pensarán.
5ª parte: Las intenciones ocultas del AFRICOM en Mali: China como objetivo
La operación en Mali no es más que la punta de un gran iceberg. George W. Bush firmó la orden por la que se creó el AFRICOM, el Mando Militar Estadounidense para África del Pentágono, a finales del 2007. El propósito principal con el que se había creado era el de contrarrestar el aumento creciente de la influencia política y económica de China en África. Saltaron las alarmas en Estados Unidos en octubre de 2006 cuando el presidente chino patrocinó una cumbre histórica en Beijing: el Foro para la Cooperación entre China y África, el cual atrajo a casi cincuenta jefes de estado y ministros africanos a la capital china. En 2008, previo a un viaje de veinte días por ocho naciones africanas —el tercer viaje desde que tomó posesión del cargo en 2003—, el presidente chino Hu Jintao anunció un programa de tres años de 3 mil millones de dólares en préstamos en condiciones favorables y ayudas para África. A dichos fondos le antecedieron los 3 mil millones de dólares en préstamos y los 2 mil millones de dólares en créditos para exportaciones que Hu ya había anunciado con anterioridad.
El comercio entre China y los países africanos se disparó en los cuatro años siguientes, mientras que la influencia de Francia y EE. UU. sobre el denominado «Continente Negro» entraba en declive. El comercio de China con África alcanzó los 166 mil millones de dólares en 2011, según las estadísticas de China, y las exportaciones de África a China —principalmente de recursos para las industrias chinas— alcanzó los 93 mil millones frente a los 5,6 mil millones de dólares en la década anterior. En julio de 2012, China le ofreció a los países africanos 20 mil millones de dólares en préstamos para los tres años siguientes, el doble de la cantidad prometida en el periodo anterior de tres años. [22]
Para Washington, poner el AFRICOM en funcionamiento tan pronto como fuera posible era una prioridad geopolítica urgente. Comenzó a funcionar el 1 de octubre de 2008 en cuartel general de Stuttgart, Alemania. La firma por parte de la Administración Bush-Cheney de la directiva que creó el AFRICOM en febrero de 2007, había sido una respuesta directa a la exitosa diplomacia económica de China en África.
El AFRICOM define su misión de este modo: «El Mando para África tiene la responsabilidad administrativa de apoyar militarmente a las políticas del gobierno estadounidense en los países africanos, incluyendo relaciones militares recíprocas con 53 naciones africanas». Admite que trabaja en estrecha colaboración con las embajadas estadounidenses y el Departamento de Estado en África, una declaración inusual que también incluye a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID): «El Mando Estadounidense para África proporciona apoyo logístico y de personal para las actividades que financia el Departamento de Estado. El personal del Mando trabaja en colaboración estrecha con las embajadas estadounidenses en África para coordinar programas de entrenamiento y así incrementar el nivel de seguridad de las naciones africanas». [23]
El comandante del AFRICOM, el general Kip Ward, definió la misión del Mando el 27 de octubre de 2008 en Washington D. C. dirigiéndose a la Asociación Internacional de Operaciones de Paz así: «Trabajar junto con otras agencias del gobierno estadounidense y socios internacionales, para llevar a cabo acuerdos de seguridad prolongados en el tiempo por medio de programas entre los ejércitos, actividades financiadas por el ejército y otras operaciones militares orientadas a fomentar un ambiente estable y seguro en África en apoyo a la política exterior estadounidense». [24]
Varias fuentes de Estados Unidos anunciaron públicamente que el AFRICOM fue creado para contrarrestar el creciente éxito de China y la presencia en aumento de ésta en África, cuyo objetivo es afianzar acuerdos económicos a largo plazo para la importación de materias primas de África a cambio de ayuda china, así como de acuerdos de producción compartida y regalías. Según fuentes bien informadas, los chinos han sido mucho más astutos. En vez de imponer la severa política de austeridad dictada por el FMI y de sembrar el caos económico, como ha hecho occidente, China ofrece grandes créditos y préstamos blandos para que África construya carreteras y escuelas creando así buena voluntad.
El doctor J. Peter Pham, un importante miembro de Estados Unidos y consejero de los Departamentos de Estado y Defensa de ese país, declara abiertamente que uno de los objetivos del nuevo AFRICOM es el de «proteger el acceso a hidrocarburos y otros recursos estratégicos de los que África dispone en abundancia, una tarea que conlleva, garantizar protección contra la vulnerabilidad de esas riquezas naturales y asegurarse de que ninguna de las otras partes interesadas, como China, India, Japón y Rusia, establezcan monopolios o reciban un trato preferente».
En su testimonio ante el Congreso de los Estados Unidos apoyando la creación del AFRICOM en 2007, Pham, cuya figura está muy ligada al comité de expertos neoconservador de la Fundación para la Defensa de las Democracias, declaró:
«Esta riqueza natural hace que África sea un objetivo tentador para atraer el interés de la República Popular China, cuya dinámica economía, la cual ha contado con un promedio anual de crecimiento del nueve por ciento en estas dos últimas décadas y tiene una necesidad casi insaciable de petróleo y otros recursos naturales que la mantengan. Actualmente, China importa aproximadamente 2,6 millones de barriles de crudo al día, casi la mitad de lo que se consume y, más o menos, un tercio de lo que importa proviene de África. En los últimos años, es posible que ningún otro territorio extranjero pueda competir con África como objetivo permanente de interés estratégico para Pekín.
Muchos analistas prevén que van en aumento las posibilidades de que África, sobre todo los estados de su litoral occidental ricos en petróleo, lleguen a convertirse en un escenario para la competencia estratégica entre los Estados Unidos y su único rival cercano en la escena internacional, China, puesto que ambos países buscan expandir su influencia y asegurarse el acceso a los recursos africanos. [25]
Para contrarrestar la creciente influencia de China en África, Estados Unidos ha reclutado a una Francia económicamente débil y políticamente desesperada con la promesa de ayudarla al resurgimiento del antiguo imperio colonial francés en África del modo que sea. La estrategia consiste en fomentar que haya guerras étnicas y odio sectario entre los bereberes, los árabes y otros grupos del norte de África, lo que se conoce como la regla del “divide y vencerás”. Dicha estrategia quedó patente tras el uso por parte de la coalición franco-estadounidense de los terroristas de Al Qaeda para derrocar a Gadafi en Libia y ahora para causar el caos en el Sáhara desde Mali.
Al parecer, han incorporado incluso un antiguo plan de acción francés para tener control directo. El analista geopolítico y sociólogo canadiense Mahdi Darius Nazemroaya recoge en un análisis innovador que «el mapa que usa Estados Unidos a la hora de combatir el terrorismo bajo la iniciativa Pan-Sahel es muy revelador. La zona o el alcance de la actividad que se está llevando a cabo contra los terroristas dentro de las fronteras de Argelia, Libia, Níger, Chad, Mali y Mauritania, de acuerdo con la designación de Estados Unidos, es muy similar al que establecía los límites o fronteras de la entidad territorial colonial que Francia intentó mantener en África en 1957. Francia había planificado consolidar a dicha entidad africana en el Sáhara central occidental como un departamento (provincia) francés directamente ligado a Francia, junto con el litoral de Argelia». [26]
Los franceses la llamaron la Organización Común de las Regiones del Sáhara (en francés: Organisation commune des regions sahariennes, OCRS). Comprendía los límites interiores del Sahel y los países saharianos de Mali, Níger, Chad y Argelia. Francia la utilizó para controlar a los países ricos en recursos y así poder explotar sus materias primas, como el petróleo, el gas y el uranio.
Mapa francés del Sáhara en 1958. Fuente: GlobalResearch.ca
En el mapa de arriba:
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- Países de la África Occidental Francesa: Mauritania, Senegal, el Sudán francés (ahora Mali), Guinea, Costa de Marfil, Níger, Alto Volta (ahora Burkina Faso) y Dahomey (ahora Benín)
- País del África Ecuatorial Francesa: Chad
- Límites de la Organización Común de las Regiones del Sáhara en 1958: parte de Argelia, parte del Sudán francés (ahora Mali), parte de Níger y parte de Chad
Mapa de la iniciativa Pan-Sahel del AFRICOM de la amenaza terrorista en el Sáhara en la actualidad. Fuente: GlobalResearch.ca
En el mapa de arriba:
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- Arriba en el encabezamiento: INICIATIVA PAN-SAHEL. Fuerzas Intrínsecas
- En color salmón-naranja: Mauritania, Mali, Níger y Chad
- En la zona de color naranja y con letras en amarillo: «Zona terrorista»
Leyenda de las viñetas:
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- 1ª izda, «Refugio seguro para los extremistas; fronteras en las que es imposible controlar o patrullar debido a su enorme tamaño»,
- En el centro, «Las organizaciones de terroristas operan en el Sahel»
- 3ª dcha, «zonas interiores demasiado grandes para imponer leyes».
El analista añade que Estados Unidos había previsto claramente esa zona rica en recursos energéticos y de otro tipo a la hora de delimitar las zonas de África que necesitaban ser «purgadas» de presuntas células terroristas y bandas. Al menos ahora el AFRICOM tenía un «plan» para su nueva estrategia en África. El Instituto Francés de Relaciones Internacionales (en francés: Institut français des relations internationales, IFRI) habló públicamente de este vínculo entre los terroristas y las zonas ricas en recursos energéticos en un informe en marzo de 2011. [27]
El mapa que usó Washington para combatir el terrorismo bajo la iniciativa Pan Sahel del Pentágono muestra una zona de actividad terrorista en Argelia, Libia, Níger, Chad, Mali y Mauritania, de acuerdo con la designación de Washington. La Iniciativa Transahariana de Lucha contra el Terrorismo (TSCTI, por sus siglas en inglés) fue iniciada por el Pentágono en 2005. Los países de Mali, Chad, Mauritania y Níger participaban en la alianza de cooperación militar con el pentágono y luego se sumaron Argelia, Marruecos, Senegal, Nigeria y Túnez. Esta Iniciativa fue transferida al AFRICOM el 1 de octubre de 2008. [28]
El mapa trazado por el Pentágono es notablemente similar a los límites o las fronteras de la entidad territorial colonial que Francia intentó mantener en África en 1957. Francia tenía pensado designar a esa entidad africana del Sáhara central occidental como departamento (provincia) francés ligado directamente a Francia, junto con el litoral de Argelia, a lo que se denominó la Organización Común de las Regiones del Sáhara. Comprendía el Sahel y los países saharianos de Mali, Níger, Chad y Argelia. Estos planes se vieron frustrados durante la Guerra Fría por las guerras de independencia de Argelia y otros países africanos contra el dominio colonial francés, el “Vietnam” de Francia. Francia se vio obligada a disolver la Organización Común de las Regiones del Sáhara en 1962 debido a la independencia argelina y el sentimiento anticolonialista que imperaba en África. [29] Las ambiciones neocoloniales de Francia, sin embargo, no desaparecieron.
Los franceses no ocultan su alarma por la creciente influencia de China en la antigua África francesa. El ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici, declaró en Abiyán el pasado diciembre que las compañías francesas deben ponerse a la ofensiva para luchar contra la creciente influencia de su rival China a fin de participar en los cada vez más competitivos mercados de África. «Es evidente que China está ganando mucha presencia en África […] Las compañías (francesas) que dispongan de los medios deben pasar a la ofensiva. Han de tener más presencia sobre el terreno, deben luchar», dijo Moscovici en un viaje a Costa de Marfil. [30]
Claramente, Francia tenía en mente una ofensiva militar para respaldar la ofensiva económica que había previsto para las compañías francesas en África.
Referencias:
[1] Kirkup, James. (20 de enero de 2013). David Cameron: North African terror fight will take decades (David Cameron: La lucha contra el terrorismo en el norte de África durará décadas). The Telegraph.
[2] Meyssan, Thierry. (23 de enero de 2013). Mali: Detrás de una guerra puede esconderse otra. Voltaire Network.
[3] Callon, Nathanael (sargento de Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas estadounidenses en Europa y África). (25 de enero de 2013). US planes deliver French troops to Mali (aviones estadounidenses llevan tropas francesas a Mali). U.S. AIR FORCE.
[4] S.Alambaigi, S. (19 de enero de 2013). French Defense Minister: 2000 boots on ground in Mali ( 2000 efectivos en terreno maliense del ministro de Defensa francés). Islamic Invitation Turkey.
[5] Petersen, Freya. (20 de enero de 2013). France aiming for ’total reconquest’ of Mali, French foreign minister says (El ministro de Asuntos Exteriores francés dice que Francia tiene por objetivo «la reconquista por completo» de Mali). The World.
[6] V. Hiller, Christian. (12 de abril de 2012). Mali’s hidden Treasures (Los tesoros ocultos de Mali). Frankfurter Allgemeine Zeitung. Enlace roto.
[7] Entre las fuentes se encuentra una charla privada con un militar jubilado de EE. UU. que estuvo destinado en África.
[8] Thornberry, William y Levy, Jaclyn. (Septiembre de 2011). Al Qaeda in the Islamic Maghreb (Al Qaeda en el Magreb Islámico). CSIS.
[9] Escobar, Pepe. (30 de agosto de 2011). How al-Qaeda got to rule in Tripoli (Cómo Al Qaeda logró gobernar en Trípoli). Asia Times Online.
[10] Ibid.
[11] Howerton, Jason. (23 de enero de 2013). Rand Paul Grills Clinton at Benghazi Hearing: ‘Had I Been President…I Would Have Relieved You of Your Post’ (Rand Paul interroga a Clinton en la audiencia de Bengasi: «Si hubiese sido yo el presidente, te habría relevado de tu puesto»). theBlaze.
[12] Whitlock, Craig. (24 de marzo de 2012). Leader of Mali military coup trained in U.S. (El líder del golpe militar en Mali que fue entrenado en EE. UU.). The Washington Post.
[13] Thierry Meyssan, Op. cit.
[14] USAfricaonline. (11 de abril de 2011). Ivory Coast’s ex-President Gbagbo ‘arrested in Abidjan’ by French forces leading Ouattara troops (El expresidente de Costa de Marfil, Gbagbo, «arrestado en Abiyán» por las tropas de Ouattara, lideradas por el ejército francés).
[15] Thierry Meyssan, Op. cit.
[16] Dioura, Cheick y Diarra, Adama. (31 de marzo de 2012). Mali Rebels Assault Gao, Northern Garrison (Los rebeldes de Mali asaltan Gao, una plaza fuerte al norte del país). The Huffington Post.
[17] E. Kitson, Frank. (1971). Low Intensity Operations: Subversion, Insurgency and Peacekeeping (Guerra de baja intensidad: subversión, insurgencia y operacione de paz). Londres: Faber and Faber.
[18] Olsson. C.M. y Guittet, E.P. (5 de marzo de 2005). Counter Insurgency, Low Intensity Conflict and Peace Operations: A Genealogy of the Transformations of Warfare (Contrainsurgencia, guerra de baja intensidad y operaciones de paz: Una genealogía de la evolución de las tácticas de guerra). Reunión anual de la Asociación de Estudios Internacionales (The International Studies Association). Enlace roto.
[19] T. Hammond, Grant. (1990). Low-intensity Conflict: War by another name (Guerra de baja intensidad: La guerra con otro nombre). (1er tomo, 3ª edición, pp. 226-238). Londres: Small Wars and Insurgencies.
[20] Defenders for Freedom, Justice & Equality (Los Defensores de la Libertad, la Justicia y la Igualdad). (2 de mayo de 2012). US Hands Off Mali An Analysis of the Recent Events in the Republic of Mali (¡Estadounidenses, quitad las manos de Mali! Un análisis de los recientes acontecimientos en la República de Mali). MRzine.
[21] Nossiter, Adam; Schmitt, Eric y Mazzetti, Mark. (13 de enero de 2013). French Strikes in Mali Supplant Caution of US (Los ataques de Francia en Mali ignoran la precaución de Estados Unidos). The New York Times.
[22] Bavier, Joe. (1 de diciembre de 2012). French firms must fight China for stake in Africa: Moscovici (Moscovici dice que las firmas francesas deben luchar contra China por la participación en África). Reuters.
[23] AFRICOM. (2 de septiembre de 2010). US Africa Command Fact Sheet (Informe sobre el Mando Estadounidense para África). Enlace roto.
[24] Ibid.
[25] Engdahl, F. William. (26 de septiembre de 2011). NATO’s War on Libya is Directed against China: AFRICOM and the Threat to China’s National Energy Security (La guerra de la OTAN en Libia está orientada contra China: El AFRICOM y la amenaza a la seguridad energética nacional de China). Enlace roto.
[26] Nazemroaya, Mahdi Darius y Teil, Julien. (6 de octubre de 2011). America’s Conquest of Africa: The Roles of France and Israel (La conquista estadounidense de África: Los papeles que tienen Francia e Israel). GlobalResearch.
[27] Ibid.
[28] Ibid.
[29] Ibid.
[30] Joe Bavier, Op. cit.
Para leer más sobre el tema ver este artículo: Confronting China: US Boosts Military Presence in Africa (Para enfrentarse a China: Estados Unidos Impulsa la Presencia militar en Africa.)
Fuente: F. William Engdahl (10 de febrero de 2013). "The War in Mali and AFRICOM's Agenda: Target China" en Global Research. Traducido para Umoya por Elena Rodríguez Linares. Publicado por: María Abellán Sacristán, secretaria de Umoya Valladolid.