RDC | La Unión Africana va por mal camino

Mapa de África / Daria Nepriakhina
Mapa de África / Daria Nepriakhina

África tiene 80.000 km de fronteras, pero solo el 30 % están delimitadas de manera precisa. La Unión Africana (UA) se ha apropiado de este axioma de Occidente y, ya en 2007, se apresuró a diseñar un programa que comenzó a ejecutarse en 2017. Este es el «Programa de Fronteras de la Unión Africana (PFUA)», con el que la organización continental se ha encargado de redefinir las fronteras africanas. Según las fuentes que citan a los expertos a cargo de esta macabra operación, la UA desearía enmendar los errores cometidos en los trazados de fronteras establecidos en 1885.

Nuestros célebres expertos señalan que la motivación ha sido la arbitrariedad de los llamados trazados de Berlín. Incluso fueron más allá al sugerir que los conflictos armados y otras rebeliones que asolan África hoy en día están relacionados con estos errores. 

Mala interpretación de los hechos

Si se presta atención, se ve que la UA va por el camino equivocado. Se ha dejado atrapar por depredadores que acechan África.

Porque, tanto en sus principios como en sus objetivos, el PFUA no beneficia en modo alguno a los Estados africanos. Su único punto fuerte es despertar al viejo demonio de la división al cuestionar las fronteras trazadas en 1885 al margen de la Conferencia de Berlín.

En realidad, la UA está metiendo el dedo en su propia llaga. Por el contrario, al creer que está resolviendo el problema, va a crear otros nuevos, exacerbará a los que luchan por encontrar soluciones duraderas y seguirá poniendo en peligro la paz, el equilibrio y el desarrollo del continente.

Embarcada en una aventura de la que no conoce ni a los partidarios ni a los opositores, la UA se equivoca en ejercer el papel de sepulturera de sus tierras al aceptar la fragmentación de sus integrantes. En otros lugares, como en la Unión Europea, la tendencia es agruparse en grandes grupos para una mejor integración económica y social. Ahora la UA está siendo empujada a remar a contracorriente de esta nueva dinámica en las relaciones internacionales.

Los entresijos de los mapas

Si bien es cierto que la mayoría de las guerras en África se basan en conflictos fronterizos o étnicos, uno debe preguntarse qué las provoca y las alimenta. Además, ¿cuál es el interés de la UA en tratar de echar sal en las heridas que están tratando de cicatrizar? Llama la atención y da que hablar.

Los recursos naturales de África son y serán la raíz del problema. Occidente está en crisis y está luchando como el diablo en una pila bautismal para salir de ella. Incapaz de recurrir a una nueva colonización en el contexto actual, Occidente ha elegido nuevas estrategias para obtener materias primas y mantener su dominio sobre el tercer mundo en general y África en particular.

La región de los Grandes Lagos está en el punto de mira y la República Democrática del Congo (RDC) en primera línea de fuego. Se usó a sus vecinos, en particular a Ruanda y Uganda, para crear una animadversión hacia la RDC debido a su riqueza. Tanto es así que se han invocado razones relacionadas con la debilidad del liderazgo político, la mala gobernanza y las violaciones de los derechos humanos para apoyar su división.

No es necesario dibujar un croquis para entender esto. Sobre todo, cuando sabemos que la parte Este de la RDC, que limita con estos envidiosos vecinos, siempre ha sido escenario de tensiones recurrentes mantenidas por los señores de la guerra y otros rebeldes salidos de la nada.

¿Qué significa eso? Los fundamentos de este proyecto de revisión de las fronteras heredadas de la colonización son y siguen siendo económicos. ¡Ay de los africanos que caen en la trampa ideada por Occidente contra África! Ellos son los negreros de hoy en día y estos son incapaces de emanciparse de las ideologías occidentales que los degradan. ¿Debemos seguir creyendo en este degradante eslogan: «¿Piel negra, máscaras blancas»? (Franz Fanon).

En un estudio publicado en el número de marzo-abril de 2013 de la revista Manière de voir con el título Des nations africaines aux contours fragiles [Naciones africanas con contornos frágiles], Anne-Cécile Robert plantea así el problema: «El principio de inviolabilidad de las fronteras, consagrado en la Carta de la Organización de Unidad Africana en 1964, no ha impedido que se produzcan enfrentamientos territoriales que han debilitado a los Estados del continente negro. Estos se han visto debilitados por la multiplicación de los conflictos internos de carácter político y étnico desde la década de los 90». Luego preguntó: «¿Es necesario imaginar un ‘contra-Congreso’ de Berlín?»

Etiopía y Sudán ya han vivido esta triste experiencia. A pesar de la declaración del principio de inviolabilidad de las fronteras en la Carta de la OUA, en mayo de 1993, Etiopía quedó aislada de Eritrea. Malí se salvó por poco gracias a la intervención francesa.

En la ejecución de su programa, la Unión Africana ha utilizado los archivos de las antiguas potencias coloniales. Este es el caso de Alemania (junio de 2013) y Francia (noviembre de 2013). En cuanto a Bélgica y Portugal, aún no han reaccionado. Los documentos, dice Radio Francia Internacional, corresponden a 45 tratados, que conciernen a una veintena de países de África occidental, septentrional y oriental, durante el período comprendido entre 1845 y 1956.

Para Aguibou Diarrah, que está a cargo del programa, «La inviolabilidad de las fronteras de África se encuentra en los archivos. Estas son las fronteras heredadas de la colonización. Por lo tanto, estos archivos son documentos que sin duda permitirán delimitar estas fronteras sin crear problemas».

En definitiva, el objetivo declarado es convertir estas fronteras en puertas que permitan una mejor integración en la perspectiva de un gran mercado de un millón de consumidores. ¡Ay, mis ojos!

Compartir recursos

Este programa se inscribe en la lógica preconizada por el antiguo secretario de Estado americano para los Asuntos Africanos, Herman Cohen, y posteriormente transmitida por el antiguo presidente francés, Nicolas Sarkozy. Según ellos, la paz en la región de los Grandes Lagos requiere inevitablemente una gestión compartida de los recursos naturales que abundan en la RDC. Su visión también cuenta con el apoyo de Aldo Ajello, exrepresentante especial de la Unión Europea para la región de los Grandes Lagos de África en sus memorias tituladas Le Brasier de l’Afrique: Mémoires d’un émissaire pour la paix [El brasero de África: Memorias de un emisario por la paz].

Entre el Programa de Fronteras de la UA y el antiguo proyecto de balcanización de la RDC, solo hay un paso y es uno rápido. En un memorando dirigido al difunto presidente Mobutu, recopilado por Vangu Mambweni en: Guerres préméditées en région des Grands Lacs: rôles et tentacules du Tutsi international power en RDC [Guerras premeditadas en la región de los Grandes Lagos: funciones y tentáculos del poder internacional tutsi en la República Democrática del Congo], el Sr. Rwakabuba Shinga señala que «consuetudinariamente, las tierras de Rutshuru y Goma constituyen el dominio territorial exclusivo y ancestral de los banyaruanda [son el grupo cultural y lingüístico de personas que habitan principalmente en Ruanda], con excepción de la colectividad de Bwilo, tradicionalmente reconocida en el territorio Bahunde».

En 1981, un colectivo que afirmaba ser banyamulenge, también citado por Vangu Mambweni, envió una carta al secretario general de las Naciones Unidas, con copia para informar al secretario general de la OUA. Mientras que el colectivo exigía el reconocimiento colectivo del nacional zaireño, en ese momento, a todos los banyamulenge, en su carta imploraba a las dos personalidades que «intervinieran ante el Gobierno zaireño para que, de acuerdo con el pueblo, se organice un referéndum de autodelimitación en las zonas de Goma, Rutshuru, Walikale, Masisi, Kalehe e Idjwi que, tras este referéndum bajo la égida de las Naciones Unidas y la Organización de la Unidad Africana, constituya un estado independiente que deba buscar el reconocimiento internacional».

Más recientemente, escribe Anne-Cécile Robert, el Sr. Nicolas Sarkozy, unas semanas antes de un viaje a la RDC en 2009, sugirió lo siguiente: «En algún momento, tendrá que haber un diálogo que no sea simplemente un diálogo situacional, sino un diálogo estructural: ¿cómo compartimos el espacio, la riqueza y aceptamos en esta región del mundo el hecho de que la geografía tiene sus leyes, que los países rara vez cambian de dirección y que tenemos que aprender a vivir juntos?»

Anne-Cécile Robert recuerda que «estas declaraciones han causado preocupación en la región de los Grandes Lagos, donde se ha temido un intento de redistribución de distritos al viejo estilo».

Fuente original: Le Potentiel, (RDC). 04.12.13

Tomado de: Congo Forum 

https://www.congoforum.be/fr/2013/12/04-12-13-le-potentiel-lunion-africaine-fait-fausse-route/

Traducido para UMOYA por Covadonga Marqués Fernández, de la Facultad de Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca, USAL.

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