Unis, la plataforma panafricana de lucha contra la corrupción presidida por el antiguo banquero Jean-Jacques Lumumba, convertido en uno de los principales activistas de lucha contra las fugas de capital y de la corrupción en la República Democrática del Congo (RDC), ha enviado un correo especialmente esclarecedor al presidente congoleño.
En este correo, cuya copia mostramos a continuación, Jean-Jacques Lumumba llama públicamente la atención de Félix Tshisekedi sobre «las anomalías» en la gestión de Gécamines y sobre la corrupción y los contratos sibilinos que han permitido trasvasar el dinero de esta empresa pública, actualmente debilitada, en beneficio de algunos miembros del círculo de poder de Joseph Kabila.
Dichos contratos son citados explícitamente, así como los nombres de los responsables de estos desvíos en beneficio de algunos y en detrimento de todo el país.
Con tres de los contratos, la cantidad total de la pérdida para las arcas del Estado congoleño se eleva en consecuencia a alrededor de los mil millones de dólares, que habrían servido para financiar en gran medida la enseñanza gratuita, una iniciativa que el nuevo poder congoleño había presentado como una de sus medidas principales. Un poder que siempre pretende hacer de la lucha contra la corrupción su principal caballo de batalla. Ahora bien, como decíamos el fin de semana pasado, desde su instalación en el trono de la RDC, Félix Tshisekedi no ha puesto fin a estos jugosos acuerdos entre los miembros del partido de Joseph Kabila.
En la actualidad, con este correo perfectamente documentado, Félix Tshisekedi puede, si él quiere, remontar la cadena que le llevará a los responsables y a los contratos que han vaciado las arcas del Estado.
Una vez más, el nombre de Albert Yuma, jefe de la empresa Gécamines se encuentra en el centro del caso.
Albert Yuma, de quien Estados Unidos reclama la cabeza como símbolo de la corrupción del antiguo régimen, continúa pareciendo, a pesar de todo, tan «inamovible», por decir algo amable sobre el presidente congoleño. «El nombre de Yuma está en todas las conversaciones del microcosmo especulador y de la política de Kinshasa», nos explicaba un kinés el martes 4 de febrero. «Su caso sigue bloqueando todos los nombramientos en las directivas de las empresas públicas. La tensión entre los partidos políticos, que era máxima el fin de semana pasado, había disminuido un poco el lunes después de las declaraciones de Tshiskedi acerca de su rechazo a separarse del Common Front for Congo (FCC) [1], sobre su deseo de seguir en la Union for the Congolese Nation (UNC) [2] dentro del cach y de no llevar a cabo la disolución de la Asamblea Nacional. Pero la calma ha durado poco tiempo. La tensión ha vuelto a aparecer y la falta de designación del grupo de ejecutivos de las empresas públicas está en el centro de esta tensión. Son muchos los que esperan estos nombramientos para poder recibir por fin un salario que se les prometió cuando subió al poder el nuevo equipo».
El correo enviado por Jean-Jacques Lumumba muestra y documenta las acusaciones a los miembros más importantes del partido de Kabila. Tshisekedi no podrá decir más que no lo sabía ni excusarse tras la «falta de tiempo» para abrir los dosieres y perseguir a los responsables del antiguo régimen que han desviado cientos de millones de dólares, participando de este modo en el empobrecimiento de todo el pueblo y en llevar casi a la bancarrota a un Estado. Con estas condiciones de impunidad es difícil atraer a inversores fidedignos.
Sin reacciones, el país solo podrá continuar su descenso a los infiernos.
Notas de la edición:
[1] «Frente Común para el Congo», en castellano.
[2] «Unión para la Nación Congoleña», en castellano.
Fuente: Hubert Leclercq (5 de febrero de 2020). «Gécamines : Près d’un milliard de dollars détournés des caisses de l’Etat», en La Libre Afrique. Traducido por Eva Valverde Alonso (Universidad de Salamanca) para Umoya.
