Hacer de Ruberwa un ministro de la descentralización es un acto de complicidad

Azarias Ruberwa. Foto: Umuseke.rw.
Azarias Ruberwa. Foto: Umuseke.rw.

En agosto de 2019, el nuevo presidente de la República Democrática del Congo, Felix Tshieskedi, ha anunciado su nuevo gobierno. Uno de los ministros es Azarias Ruberwa, que permanece desde la época de Joseph Kabila en el ministerio de la “descentralización”. Los congoleños han alzado voces de protesta, dado que este hombre ha sido dirigente de unos de los grupos del FPR de Ruanda envía a cometer crímenes al este de la RDC, haciéndose pasar por grupos rebeldes congoleños. Para recordar la misma indignación cuando en 2017 Kabila lo nombró ministro, la página web INGETA, ha vuelto a difundir el artículo que publicaron en su día. [1]

Los partidos políticos del statu quo que operan en el Congo-Kinshasa dan la impresión de poner la historia reciente de este país entre paréntesis en nombre del dinero, de la ostentación, de la codicia, de una cierta falta de sentido de responsabilidad, etc. Es raro oír a sus miembros releer la historia colectiva de este país a partir del martirio de algunos de sus dignos hijos y de algunas de sus dignas hijas.

 

¿Qué significa el hecho de poner a Azarias Ruberwa en el Ministerio de Descentralización?

Aparte de Lumumba, Munzihirwa, Kataliko, Mamadou Ndala, Vincent Machozi, Kamwina Nsapu, Chebeya y muchos otros han sido portadores de mensajes que deben estudiarse y profundizarse para un futuro colectivo avispado. Antes de su asesinato, he aquí lo que el padre Vincent Machozi decía: “Se comprende así el grave peligro de toda prolongación del poder de Joseph Kabila. Los congoleños dignos de ese nombre deben rechazar toda forma de transición. En efecto, a la vista de lo que ocurre en Kivu-Ituri, cualquier transición más allá de diciembre de 2016 daría el tiempo y los medios al Gobierno congoleño que es, con toda evidencia, cómplice de la ocupación ruandesa de Kivu-Ituri en curso”.

La impresión es que este mensaje se ha olvidado por los politicastros de Kinshasa. Muchos se han dejado instrumentalizar por “el gobierno títere” de Kinshasa con el fin de que, como resultado de eso que han llamado Acuerdos de la Ciudad de la OUA, el señor Azarias Ruberwa sea ministro de Descentralización después de que hayan aceptado conceder una “extensión en el poder(-es) de Joseph Kabila”. A los ojos de Vincent Machozi y de muchos compatriotas, se han comportado como “congoleños indignos de ese nombre”, exponiendo, por este hecho, al país al avance del proyecto tutsi y anglosajón de balcanización.

¿Qué significa el hecho de poner a Azarias Ruberwa en el Ministerio de la Descentralización? Para algunas fuentes Nande bien informadas sobre la historia de Beni-Lubero y de Ituri, esto significa permitirle crear una entidad autónoma para “los Banyamulenge” [2] tras la feroz resistencia del pueblo Nande a oponerse a dicho proyecto. Aunque degollados, asesinados y perseguidos en sus propias tierras, estos dignos hijas e hijos del Congo-Kinshasa [los Nande] desean proteger esta herencia ancestral. Ellos saben que varios de sus primos Hunde han sido asesinados desde los años sesenta para la realización del mismo proyecto.

Nuestras fuentes confirman que “la guerra racista, de depredación y de baja intensidad”, que se intensificó hacia los años noventa, es “una guerra por partes”. Es perpetua en esta parte de África de los Grandes Lagos. El clientelismo y la corrupción contribuyen a revolver a algunos compatriotas de esta parte del Congo-Kinshasa contra los suyos para dedicarse al juego del ocupante, cuya necesidad de someter a los hermanos y hermanas de Munzihirwa prevalece sobre los esfuerzos que deben conjugarse para una integración (panafricana) política, económica, social y cultural hecha en buena y debida forma.

 

Otro mundo está naciendo

Contrariamente a lo que estamos empujados a creer de vez en cuando, el fracaso de Joseph Kabila en este proyecto de implosión y balcanización del Congo-Kinshasa es patente. Sus mentores parecen haber creído que dejarle para “una transición más allá de diciembre de 2016” podría finalmente conducir este proyecto a buen puerto. De ahí la aplicación, a través de los diferentes acuerdos, de su política de fight and talk (lucha y habla).

Hace dos días, uno de sus cómplices, Lambert Mende, habló de la incursión de sus aliados del M23 en los territorios del este del país viniendo de Uganda. Cree que varios “ministrables” han olvidado que el M23 es un aliado de la MP. Que es la emanación del CNDP. Que ha nacido del RCD de Azarias Ruberwa del que Mende fue miembro. Y que el RCD es una máquina de matar del APR/FPR, como sabemos leer en una abundante documentación sobre “la guerra por partes” librada contra el Congo-Kinshasa. Guerre et droits de l’homme en République Démocratique du Congo. Regards du groupe Justice et Libération (Guerra y derechos humanos en la República Democrática del Congo. Miradas del grupo Justicia y Liberación, en castellano), de Jean-Pierre Badike (editor), es uno de los mejores estudios sobre la cuestión.

La impunidad de que gozan Azarias Ruberwa y sus cómplices del RCD, de la MP y del “Reagrupamiento” los hacen orgullosos y demasiado seguros de sí mismos. Pueden, contando con la amnesia de muchos compatriotas, comportarse en el Congo-Kinshasa como en terreno conquistado, perdiendo de vista que “el orgullo precede a la caída”. Con corazones y mentes devorados por la codicia y el deseo de dominación, no entienden que está naciendo otro mundo. Y sobre todo, que los jóvenes congoleños están a partir de ahora dispuestos a morir por sus tierras. Saben que las porciones perdidas acabaran por ser recuperadas.

El tiempo de corrupción que conoció el Congo-Kinshasa, nos confía un amigo, puede ser portador de buenas noticias: los jóvenes congoleños, las asociaciones de mujeres y algunos intelectuales orgánicos y estructurales luchando contra la amnesia pueden aliarse en un gran movimiento de resistencia y acabar con los ocupantes y otros balcanizadores; al igual que “otro genocidio” puede ser cometido por estos últimos para continuar su “guerra de desgaste”. En este contexto, el mantenimiento de la memoria colectiva y el despertar de las conciencias inmersas en la amnesia constituyen “un derecho ciudadano” que debe tomarse constantemente en serio.

 

 

Notas de la edición:

[1] Introducción redactada por Umoya para mejorar la contextualización del artículo.

[2] Incluso el Frente Patriótico Ruandés (FPR) de Paul Kagame -a través de la voz del General James Kabarebe, ministro de Defensa ruandés, hablando públicamente en Kigali a una audiencia de estudiantes- reconoce que el tema de Banyamulenge fue un truco de relaciones públicas creado para justificar la invasión de la República Democrática del Congo en 1996-1997. No existe una tribu como Banyamulenge. Como sabemos hoy, el principal problema en el este del Congo es el saqueo ruandés de los recursos minerales congoleños. Y para lograrlo, Kigali crea en primer lugar una inestabilidad persistente y controlada con millones de víctimas mortales congoleñas y cientos de miles de mujeres violadas.

 

Fuente: Jean-Pierre Mbelu (16 de enero de 2017). 
"Faire de Ruberwa un ministre de la décentralisation est un 
acte de complicité", en INGETA.

Traducido por Mª Isabel Celada Quintana para Umoya.

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