Carta abierta a los Diputados de Francia por su próxima visita a Ruanda para la conmemoración del genocidio (Faustin Twagiramungu)

Carta abierta a los Diputados de la República Francesa:
Sra. Sira Sylla, Sra. Amélia Lakrafi, Sr Hervé Berville.
Respecto a: Su próxima visita a Ruanda para conmemorar el genocidio

Señoras Diputadas, Señor Diputado,
Tengo el honor de dirigirme a su distinguida personalidad en mi calidad de combatiente de la democracia y de antiguo Primer Ministro de Ruanda, para hacerle partícipe del pensamiento de la mayoría de los ruandeses, tanto los que viven en el exilio como los del interior del país.

Es también para mí un agradable deber informarle sobre la verdadera situación sociopolítica de Ruanda, aportando así otra versión diferente de la de la propaganda oficial, para que su misión se desarrolle en las mejores condiciones posibles, en términos de equidad y eficacia.

Acabo de enterarme, con ocasión del 25º aniversario del genocidio ruandés, de que han sido designados por el Presidente Emmanuel Macron para representarlo y, a través de él, a Francia. Considero que es un honor para ustedes, pero también una oportunidad para difundir la democracia y el respeto de los derechos humanos en nuestro país, Ruanda, que se sumerge inexorablemente en la dictadura y el oscurantismo, desde que el General Paul Kagame y el Frente Patriótico Ruandés (FPR) tomaron el poder en Kigali en julio de 1994.

Cierto, esta visita es un honor para ustedes, pero no constituye mas que un acto que reaviva nuestro dolor, nosotros los ruandeses, a quienes se nos ha prohibido permanecer en nuestro país natal. Tenemos la clara impresión de que ustedes ignoran deliberadamente la triste realidad y la profunda angustia que vive el pueblo ruandés, privado, para una gran mayoría, de sus derechos fundamentales por una dictadura feroz maquillada como un régimen elogiable. Lejos de mi la idea de culpabilizarles, señoras diputadas, señor diputado, pero conviene subrayar que su presencia en Ruanda va a herir violentamente el sentimiento de nuestra ausencia en nuestro país.

En efecto, muchos ruandeses y yo mismo habríamos querido estar presentes en esta ceremonia, para recordar a los nuestros que ya no están. Desearíamos poder honrar la memoria de nuestros padres, hermanos y amigos, asesinados con la mayor atrocidad y olvidados con el odio más abyecto. Quisiéramos hablar del genocidio con nuestro pueblo, no del genocidio que el régimen FPR y Kagame quieren imponer a la historia, sino del verdadero genocidio de los ruandeses hutu y tutsi, del que he sido a la vez testigo y víctima.

Ustedes van a Ruanda, orgullosos de representar a Francia y a su Presidente elegido democráticamente. Estarán al lado de un presidente que está en el poder desde hace 25 años. Su reinado tiene casi vuestra edad, y por cierto ha hecho a medida la Constitución, ¡para permanecer en el poder de por vida!

En Ruanda, serán recibidos con los honores dignos de su rango; ¡es totalmente normal! Pero, ¿saben ustedes que mientras tanto, habrá cientos de miles de ruandeses en Francia y en todo el mundo, a los que no se les permite entrar en su país natal? Esos miles de personas están carcomidos por la nostalgia de regresar a su patria. ¡Son refugiados ruandeses, entre ellos yo mismo, que Kagame no quiere ver! Vivirán fuera de su país, como parias, quizás para siempre, sólo por la voluntad de un hombre, este presidente que será honrado por su presencia.

Tendrán la oportunidad de dialogar con un Presidente que se hunde bajo el peso de sus contradicciones y remordimientos, un Presidente que sabe lo que ha hecho, un Presidente que se hace la víctima, que culpabiliza sin ton ni son, que miente y empieza a dudar, un presidente que finge pensar y estar triste. Es la historia del pirómano que niega ser culpable y por el concurso de circunstancias interesadas se convierte en el salvador, en el bombero.

Este presidente es Paul Kagame, su anfitrión. En los diferentes discursos que se pronunciarán para la ocasión, sentirán su ira, sana o falsa. Escucharán los gritos de sincera tristeza, se verán sumidos en la esclavitud de las pasiones, pero piensen en todas las víctimas hutu y tutsi, piensen también en Su Excelencia que estará a su lado y su papel principal en el drama ruandés.

Todo el mundo lo sabe todo, en primer lugar el pueblo ruandés que, para sobrevivir, calla. Hablarán del genocidio tutsi, sin duda, es muy importante, pero también les ocultarán el genocidio de los hutus, ¡es triste! ¡Kagame les impedirá hablar de ello, incluso pensar en ello! Así que pregunten, ¿por qué toda alusión a este tema se convierte en un crimen de negación del genocidio? Comprenderán que a la falsificación de lo real corresponde la falsificación de la palabra, una palabra que intimida, que condena y se opone a la búsqueda de la verdad.

Como otros invitados de honor, se verán obligados a complacer al hombre fuerte de Ruanda, sacrificando la verdad por su hermoso discurso. Por lo tanto, su presencia sólo será entendida como un espectáculo amargo, que se desvanecerá con el tiempo. Complacientes o culpables, el futuro se lo dirá.

Señoras, señor diputados,

En Kigali, quedarán impresionados por la belleza de esta hermosa ciudad, limpia como Pyongyang, limpiada todos los días por pobres campesinos a los que pagan un salario de miseria. Esta ciudad, Kigali, se ha convertido en el escaparate del «desarrollo de Ruanda».

No se dice suficientemente que es también uno de los aspectos visibles del desarrollo diferenciado, donde el 1% de la población (los oligarcas del régimen) acapara todas las riquezas del país. Vayan a ver el barrio llamado «Bannyahe», vayan a ver Nyamirambo, y otros, serán golpeados por la miseria, la desesperación, la pena y la tristeza. Si sus agendas se lo permiten, salgan de la capital, vayan al campo, a los ambientes rurales, comprenderán el miedo y la ira que están a punto de estallar. Estarán frente a la hambruna, la desnutrición, las enfermedades de otro tiempo que han reaparecido, en una Ruanda citada como ejemplo de desarrollo. ¡Esto es el apartheid a la ruandesa!

Como otros antes que ustedes, los servicios del régimen les advertirán que, por razones de seguridad, deben estar acompañados, ¡ir a lugares seguros! Pregunten entonces el porqué de esta inseguridad, mientras Kagame gobierna el país con una mano de hierro implacable, más fuerte que en Corea del Norte.

Señoras, señor, diputados,

¡En Ruanda se mata y ya no se oculta! No es una fábula. Hemos visto a los nuestros masacrados por los servicios secretos de Paul Kagame, ya sea dentro o fuera del país. Por otra parte, ¡ustedes lo saben bien, honorables diputados! Las organizaciones internacionales de derechos humanos se lo han dicho y advertido. Evidentemente, los intereses económicos valen más que las miles de vidas de los ruandeses asesinados por un Presidente amigo.

Permítanme refrescarles la memoria sobre esto. Este general presidente, que goza de total impunidad desde hace 25 años, ya no duda en reivindicar sus actos odiosos, sin que nadie se conmueva, incluso ustedes, habitantes del País de los Derechos Humanos. La lista de sus víctimas (hutus y tutsis) es larga; he aquí algunas:

  1. En la noche del 6 de abril de 1994, el Presidente de Ruanda, J. HABYARIMANA, es asesinado tras el atentado contra su avión, el Falcon 50. Kagame niega en principio ser el autor. Pero, en su entrevista con el periodista de la BBC, Stephen Sackur, en su programa “HARD TALK”, el 6 de diciembre de 2006, Paul Kagame declara: “No tengo nada de que arrepentirme. Si lo maté (Presidente Habyarimana), es porque estábamos en guerra”. ¡En guerra miente! ¡Porque ignoraba el Acuerdo de Paz de Arusha firmado el 04.08.1993 entre Ruanda y el FPR!
  2. El 16 de mayo de 1998, tras el asesinato del ex Ministro del Interior, Seth Sendashonga, en Nairobi, Kenia, Paul Kagame califica este acto de “venganza personal por motivos de dinero”. Pero el 9 de marzo de 2019, 21 años después, admite que mató a Sendashonga porque supuestamente había «cruzado la línea roja».
  3. El 31 de diciembre de 2013, Paul Kagame hace asesinar, en Sudáfrica, al Coronel Patrick Karegeya, su antiguo jefe de los servicios de inteligencia. Dos semanas más tarde, el 12 de enero de 2014, declara: “Quien traicione nuestra causa o desee el mal a nuestro pueblo, se convertirá en una víctima”.
  4. El 4 de febrero de 2015, tras el asesinato del empresario Assinapol Rwigara, Kagame menciona un accidente de tráfico. La familia del desaparecido sostiene que es sin lugar a dudas un asesinato, lo que les vale, a la esposa y a dos hijas, una prisión incondicional.
  5. El 8 de octubre de 2018, el régimen de Paul Kagame anuncia la desaparición de Boniface Twagirimana, opositor y miembro del partido Fuerzas Democráticas Unificadas (FDU). Sin embargo, estaba esposado y recluido en una prisión de alta seguridad. A pesar de las llamadas de su familia, el régimen de Kagame hace oídos sordos.
  6. El 8 de marzo de 2019, el General Kabarebe, brazo derecho de Paul Kagame, amenaza a la oposición en estos términos: “Me compadezco de los que se atreven a oponerse al Presidente”. Justo después de esa declaración, el opositor Anselme Mutuyimana del partido FDU es encontrado sin vida. Como siempre, los servicios secretos de Kagame han anunciado ese 12 de marzo de 2019 haber detenido al sospechoso. Como era de esperar, hablan de un acto de ajuste de cuentas entre individuos, cuando se trata, ni más ni menos, de un asesinato político.

Señoras diputadas, señor diputado,

¡Pronto les veremos en televisión, estrechando calurosamente la mano del general Paul Kagame en nombre de Francia! Quizá sea un momento memorable para ustedes, pero eminentemente trágico para nosotros. Volverán a Francia con las manos manchadas por la sangre de las víctimas del hombre fuerte de Ruanda, cuyas almas todavía claman justicia. Nosotros estaremos enojados porque ustedes habrán saludado y honrado a un presidente que no ha parado de arrastrar a Francia por el barro. Estaremos indignados, con razón, porque habrán tocado la mano de un dictador que Filip Reyntjens, gran especialista de Ruanda, califica del mayor criminal vivo.

A pesar de esto, y con pleno conocimiento de causa, irán a reunirse con el General Kagame, ¡razón de Estado obliga! De tanto excusar los crímenes cometidos por él mismo y su camarilla, ustedes favorecen la cultura de la impunidad y, por consiguiente, nuevos crímenes potenciales. Sin embargo, bastaría con su palabra franca y sincera para detenerlo en su impulso criminal. Osen abordar con él las cuestiones de los derechos humanos y de apertura democrática. Hablen también con él de la necesidad de la buena vecindad y de la estabilidad en los países de la región de los Grandes Lagos, y quizás puedan salvar algunas vidas. Si, por razones de Estado, el silencio prevalece sobre su conciencia, habrán traicionado o quizás condenado a muerte a miles de ruandeses y de habitantes de los países vecinos. Cierta opinión no dejará de acusarles de hipocresía o, peor aún, de cinismo.
Les deseo un buen viaje y una agradable estancia en el País de las mil colinas.

Faustin TWAGIRAMUNGU
Ex Primer Ministro de Ruanda
Presidente de RDI-Rwanda Rwiza, partido de la oposición en el exilio.

Fuente: The Rwandan (25 de marzo de 2019). 
"Faustin Twagiramungu: Lettre ouverte au Députés francais sur la 
visite au Rwanda pour la commemoration du Génodice", en The Rwandan.

Traducido por María Isabel Celada Quintana para Umoya.

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