Un espacio democrático en tiempos revueltos

Acontecimiento en la Universidad de la Fundación Aristide de Haití

La Fundación Aristide para la Democracia

El pasado 18 de marzo de 2018, se cumplieron exactamente siete años del regreso del expresidente de Haití, Jean-Bertrand Aristide, y la Sra. Aristide al país, finalizando su exilio forzoso en Sudáfrica, donde vivían tras el golpe de Estado de 2004 que derrocó al gobierno democrático de Haití. A su vuelta, comenzaron a reconstruir la Universidad de la Fundación Aristide, cuyas tierras y edificios habían sido incautados, convertidos en cuarteles militares y destruidos por las tropas estadounidenses y brasileñas durante el golpe.

En el séptimo aniversario de ese histórico regreso, la Universidad de la Fundación Aristide (UniFA) celebró su primera ceremonia de graduación en Puerto Príncipe, Haití. Una delegación de activistas solidarios de Haití de los Estados Unidos tuvo el honor de estar allí en representación del Comité de Acción de Haití, la Alianza Negra por una Inmigración Justa (BAJI por sus siglas en inglés), la Huelga Mundial de las Mujeres y el Fondo de Emergencia para Haití.

En una alegre celebración a la que asistieron más de 1000 personas, UniFA graduó a 77 médicos, 46 enfermeras y 15 abogados. El entono era espléndido, el escenario estaba decorado con flores y pancartas con los colores azul y blanco de UniFA. La famosa orquesta filarmónica de Sainte-Trinite tocó música folclórica haitiana al igual que música clásica durante todo el evento. Había cámaras por todas partes para inmortalizar la ocasión, que fue ampliamente y prominentemente expuesta en todos los medios haitianos. El coro de UniFA acompañó a la audiencia cantando el himno nacional de Haití, y más adelante, la canción de UniFA. Dos hombres jóvenes con banderas de Haití y UniFA encabezaron con orgullo la procesión de la facultad en la apertura de la ceremonia.

Uno de ellos, que pronto se convertiría en un graduado de la UniFA, vivió de pequeño en Lafanmi Selavi, el centro para niños callejeros fundado por Aristide cuando era sacerdote. Su éxito es un ejemplo del compromiso de la universidad para superar las barreras sociales que limitan el acceso a la educación superior. “Educación sin exclusión” es un tema central tratado por UniFA, impreso en su logotipo y manifestado en cada detalle de este destacado evento. La emoción que inundaba la ocasión se debía al amplio compromiso de UniFA, expresado por las palabras de la Sra. Mildred Aristide: “para romper con la larga tradición de excluir a la mayoría de la población pobre en Haití del acceso a la educación superior” [1]

Subido en el estrado, Jean-Bertrand Aristide, presidente de UniFA, se dirigió a los asistentes. Su discurso enfatizó que el papel de la Universidad no es solo generar unos conocimientos académicos, sino también promover una vida ética y fomentar la relación de los estudiantes con su comunidad. Habló de la filosofía africana de Ubuntu, que defiende que la esencia de la conciencia social se puede expresar como “yo soy porque nosotros somos”; una persona se convierte en persona gracias a la comunidad. Aristide dijo: “no es fácil erradicar el mal a un nivel macro. Pero, en una escala micro, puedes luchar contra ello racionalmente”. Señaló que, “a escala global, la ciencia está avanzando y la conciencia está disminuyendo. Que tu conciencia profesional contribuya al despertar de la conciencia social”. [2]

Con la finalidad de resaltar este punto, hacia el final de la ceremonia, cada curso graduado (médicos, enfermeras y abogados) expresaron su compromiso para servir a su pueblo. En un país con menos de dos médicos por cada 11.000 personas, los médicos graduados de UniFA ya practican la medicina en regiones de Haití donde antes no había profesionales. Es una victoria que nos da esperanza en tiempos difíciles.

Después de que todos los graduados recibieran sus diplomas, hubo un ritual de “paso de antorcha”, durante el cual los graduados de cada programa pasaron una antorcha encendida a un alumno del siguiente curso. Se les entregaron obsequios a los alumnos con mejores calificaciones, y finalmente, los graduados celebraron el evento con amigos y familiares en un pabellón al aire libre del hermoso campus. Los largos años de esfuerzo para llegar hasta este día fueron visibles en sus rostros llenos de agradecimiento, alegría y orgullo. Una de las principales arquitectas de UniFA, Mildred Aristide, abogada y ex primera dama de Haití, describe la amplia misión de la universidad para fomentar un espacio democrático dentro de un país no democrático: “Haití necesita fervientemente un espacio seguro donde los jóvenes puedan reunirse, meditar sobre el país y construir un futuro bajo circunstancias difíciles…Una institución que abordará asuntos nacionales y buscará soluciones viables a problemas de la nación. Sueños sobre un Haití que funciona, prospera y cambia; un Haití que no busca un visado para el extranjero o un empleo con una organización no gubernamental extranjera. Este es el compromiso de UniFA.” [3]

UniFA nació de la lucha comunitaria de Haití por la democracia durante el segundo gobierno del presidente Aristide en 2001. Reclutó estudiantes de medicina de familias pobres en cada uno de los nueve departamentos de Haití, con el mismo número de hombres y de mujeres. Antes, los talentosos jóvenes de las zonas rurales de Haití, creían casi imposible asistir a la escuela de medicina. UniFA los buscó, pidiendo simplemente un compromiso de trabajo en las comunidades de Haití después de completar su formación. En 2004, 247 estudiantes de medicina estudiaban esta ciencia en UniFA y también se planificó abrir una escuela de enfermería en otoño.

El golpe de estado del 29 de febrero de 2004 puso fin a todos estos progresos. La facultad y el personal se vieron obligados a exiliarse u ocultarse en el país. Las fuerzas militares de las Naciones Unidas y de los Estados Unidos expulsaron a los estudiantes del campus y convirtieron la zona en cuarteles militares. El campus permaneció bajo el control de fuerzas extranjeras hasta 2007, cuando oficialmente fue devuelta a la Fundación Aristide para la Democracia.

La universidad se abrió con tres objetivos: 1) preparar médicos para atender a los más pobres; 2) aumentar el número de médicos que practican en áreas rurales; 3) romper la larga tradición de excluir a la mayoría de la población pobre en Haití del acceso a la educación superior. Hoy, UniFA ha ampliado su alcance para ofrecer títulos en medicina, enfermería, odontología, ingeniería, derecho, fisioterapia y educación permanente.

Un mes antes de su regreso, el presidente Aristide dijo desde su exilio en Sudáfrica: “La educación ha sido una prioridad desde que el primer gobierno de Lavalas, del cual yo era presidente, asumió su cargo… el 7 de febrero de 1991 (y fue destituido algunos meses después). Se construyeron más escuelas en los diez años transcurridos entre 1994, cuando se restableció la democracia, y 2004, cuando nuevamente la democracia haitiana fue violada. Entre 1804 y 1994, 195 nuevas escuelas de educación primaria y 104 nuevas escuelas de educación secundaria, todas ellas públicas, fueron construidas y/o remodeladas” [4] El gobierno de Aristide ordenó que el 20 por ciento del presupuesto nacional se destinara a la educación. Por primera vez en la historia, Haití comenzó a aplicar un programa de escolarización universal destinado a dar una educación a cada niño.

Aristide continuó: “como no he dejado de decir desde el 29 de febrero de 2004, desde el exilio en África Central, Jamaica y ahora en Sudáfrica, regresaré a Haití, al campo que mejor conozco y amo: la educación. Solo podemos estar de acuerdo con las palabras del gran Nelson Mandela, ya que, en efecto, la educación es un arma poderosa para cambiar el mundo”. La graduación de UniFA es un paso significativo hacia la transformación de estas palabras en una realidad. Es un logro notable el haberlo realizado en siete años.

Mientras que UniFA florece, en otros lugares de Haití la educación está siendo atacada. Los sucesivos gobiernos neocoloniales, impuestos por los Estados Unidos mediante elecciones fraudulentas, han estado plagados de corrupción generalizada, dejando al sector público de Haití al borde de la parálisis. Según Aristide, “al igual que el cáncer de metástasis, la corrupción institucionalizada devora nuestro tejido social, el futuro de nuestros hijos y la juventud haitiana. El éxodo de nuestros jóvenes se debe a este cáncer”. Casi un uno por ciento de la población de Haití abandonó el país el año pasado con rumbo a Chile, un éxodo masivo impulsado por los jóvenes, y especialmente por los pobres de las zonas rurales. Muchos jóvenes que quieren asistir a la universidad se van del país. En la actualidad, hay 54 000 estudiantes haitianos que asisten a universidades en la República Dominicana.

El expresidente de Haití, Michel Martelly, que ascendió al poder con el apoyo de los EE. UU. hizo la promesa vacía de garantizar una educación gratuita, financiada por impuestos de llamadas telefónicas y transferencias monetarias. En cambio, a muchos maestros no se les ha pagado en dos años. ¿Dónde está ese dinero? Las huelgas de los maestros se enfrentan a una creciente represión y los estudiantes, desde la edad universitaria a la primaria, se unen a los maestros en huelga para exigir que el gobierno pague los salarios de estos.

Todos se preguntan qué pasó con los 3 800 mil millones de dólares estadounidenses que faltan del programa venezolano Petrocaribe. Según Petrocaribe, Haití se abastecía de aceite a un precio favorable con crédito flexible. El beneficio para Haití, estimado en aproximadamente 3,8 mil millones de dólares estadounidenses, fue destinado a combatir la pobreza. Todos los informes indican que los fondos fueron robados y desviados por los dos últimos gobiernos.

La Universidad del Estado de Haití cerró las escuelas de Humanidades, Derecho y Estudios Étnicos debido a huelgas y protestas continuadas. El pasado otoño, la policía atacó a niños en edad escolar con gases lacrimógenos en Los Cayos, debido a que habían apoyado la huelga de los maestros. En el norte, cientos de escolares salieron a las calles el pasado noviembre para exigir: “no queremos un ejército, queremos educación” [5]. Los estudiantes decían que no al plan del gobierno para restaurar al temido ejército haitiano, disuelto por Aristide, que anteriormente consumía el 40 por ciento del presupuesto estatal. Exigieron que, en su lugar, el dinero se utilizara para pagar a los maestros sus salarios pendientes.

UniFA refleja la necesidad urgente de un progreso democrático que se le ha negado a Haití durante los 14 años de ocupación militar de los Estados Unidos y la ONU. Este gobierno fallido promete un contraste con los sólidos logros de esta Universidad popular, destacando su importancia como un vivo ejemplo de democracia en la práctica. “Me gusta decirle a los visitantes que están pisando suelo sagrado”, dice Mildred Aristide. Y continúa diciendo, “esto no es una exageración, lo que está en juego y las necesidades del país son demasiado altas. UniFA es un proyecto nacional que poco a poco se revela como una institución nacional al servicio del país”. [6]

* Leslie Mullin escribe desde Puerto Príncipe, Haití.

Notas
1. Aristide, Mildred. “Una entrevista con Mildred Aristide” Counterpunch 4 de marzo de 2015 Disponible en https: //www.counterpunch.org/2015/03/04/an-interview-with-mildred-aristi … Consultado el 24 de abril de 2018
2. Aristide, Jean-Bertrand. “Jean-Bertrand Aristide aborda la primera ceremonia de graduación de UniFA”. Fundación Aristide para la Democracia 11 de abril de 2018 Disponible en http: //www.aristidefoundationfordemocracy.org/2018/04/11/dr-jean-bertran … Consultado el 24 de abril de 2018
3. Aristide, Mildred. “Una entrevista con Mildred Aristide” Counterpunch 4 de marzo de 2015 Disponible en https: //www.counterpunch.org/2015/03/04/an-interview-with-mildred-aristi … Consultado el 24 de abril de 2018
4. Aristide, Jean-Bertrand. “A mi regreso a Haití” The Guardian 4 de febrero de 2011 Disponible en https: //www.theguardian.com/commentisfree/cifamerica/2011/feb/04/haiti-e … Consultado el 24 de abril de 2018
5. Comité de Acción de Haití. “Las noticias no contadas de Haití” San Francisco National Black Newspaper 18 de noviembre de 2017 Disponible en http://sfbayview.com/2017/11/us-un-backed-haitian-police-massacre-teache… Consultado el 24 de abril de 2018
6. Aristide, Mildred. “Una entrevista con Mildred Aristide” Counterpunch 4 de marzo de 2015 Disponible en https: //www.counterpunch.org/2015/03/04/an-interview-with-mildred-aristi … Consultado el 24 de abril de 2018

Fuente: https://www.pambazuka.org/democracy-governance/democratic-space-adverse-times

Texto traducido por: Paula Clara Calvo Miranda (Universidad de Salamanca)

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