Ruanda: Pretender desafiar a Paul Kagame es un crimen de lesa majestad

¿Por qué Paul Kagame teme a estas mujeres?

Tan pronto como fue entronizado para un mandato de 7 años, Paul Kagame ha querido reafirmar que no cederá nada en materia de apertura política. Tras la intempestiva detención de Diane Rwigara y miembros de su familia, se produjo una redada entre las filas de los directivos del partido FDU-Inkingi en Ruanda.

Presentarse contra Paul Kagame: un crimen de lesa-majestad

Tras tomar el poder por las armas en julio de 1994, que conquistó al precio de un diluvio de sangre, Paul Kagame consideró a Ruanda como su propiedad privada cuyo guardián es Pasteur Bizimungu, un presidente en apariencia ya que él, victorioso general, se mantiene al acecho y como jefe que es, sigue manejando los hilos. Llegado el momento, Pasteur Bizimungu fue desautorizado y forzado a dimitir. Pero en cuanto manifestó la veleidad de seguir participando en la vida política fundando un partido político, fue arrojado a la cárcel durante 5 años.

Paul Kagame tomó entonces las riendas del poder y simuló regularizar su situación organizando las elecciones de 2003. Un tal Théoneste Niyitegeka, un médico, quiso presentarse en esas elecciones, retando a Paul Kagame. Él también fue enviado a prisión durante 15 años. La Constitución, forjada a su medida, otorgaba al presidente un mandato de 7 años. Las nuevas elecciones tuvieron por tanto lugar en 2010. Victoire Ingabire, que residía en los Países Bajos, regresó a Ruanda para presentarse como candidata a la magistratura suprema del país. Incluso antes de que tuviesen lugar las elecciones, Paul Kagame instruyó a la justicia en un discurso público, para meter a Victoire Ingabire tras las rejas. El Procurador General acató y redactó un acta de acusación inventada de principio a fin. Los jueces, ellos también, que no tienen más alternativa que la de seguir las instrucciones del “jefe”, condenaron a Victoire Ingabire a 15 años de cárcel.

El ensañamiento de Paul Kagame con Diane Rwigara

Estamos en agosto de 2017. Las elecciones para un tercer mandato de Paul Kagame acaban de concluir con un tanteo estaliniano del 99,76%. Diane Rwigara, que era una candidata declarada, vio como su candidatura fue rechazada por la Comisión electoral debido supuestamente a falsedad de escritura, ya que ciertas firmas exigidas por la ley electoral corresponderían a personas fallecidas. Hay que subrayar que el régimen ruandés no anda falto de imaginación cuando se trata de avasallar a sus opositores políticos.

Como si esto no fuese suficiente, Paul Kagame volvió a la carga después de su entronización. Lanzó a sus servicios de seguridad sobre Diane Rwigara y su familia. Varias fotos de su detención “oficial” han circulado por internet. “Detención oficial”, ya que su familia fue arrestada una semana antes por los hombres de la Guardia presidencial, sin orden de arresto, y encerrada en un lugar secreto, incomunicada. Esas fotos han impactado a cualquier persona prendada de los valores democráticos. Por lo tanto, son las indignadas reacciones de los internautas las que llevaron al dictador ruandés a oficializar esa detención ya que en los videos se puede ver un policía esgrimir las órdenes de arresto tras haber forzado salvajemente las puertas de la residencia de los Rwigara.

El partido de Victoire, en el punto de mira

El 6/09/2017, los servicios de seguridad de Paul Kagame organizaron una redada entre las filas del partido FDU-Inkingi en Ruanda. Siete directivos del partido, de los cuales Boniface Twagirimana el vicepresidente primero y lugarteniente de Victoire Ingabire, fueron detenidos y acusados, con una gran repercusión mediática, de querer fomentar ataques contra el país. Es la misma acusación que le costó 15 años de prisión a Victoire Ingabire. Al igual que en el juicio de Victoire Ingabire, ya se habían fabricado falsos testigos: la policía ruandesa señaló en su página web que tres personas fueron apresadas mientras se dirigían hacia un entrenamiento militar en un país vecino, sin indicar cuál. Este modo de comunicar de la policía no es el habitual ya que de costumbre no publicita ese tipo de detenciones. Pero había que justificar a ojos del público y de la comunidad internacional que la situación era grave y la magnitud de esa redada era necesaria. El resultado del juicio es bien sabido. Se prevé un mínimo de 15 años de cárcel para cada acusado.

¿Quién puede salvar a Ruanda?

La rabia de Paul Kagame no remite cuando se toca su espacio privado: la gobernanza de Ruanda es su asunto personal.

Frente a esta situación en la que ser opositor político se convierte en crimen, las grandes potencias, que son ejemplos de democracia, permanecen con la boca cerrada. Sin embargo, hubo una protesta generalizada cuando barbaridades semejantes se produjeron en otras latitudes. Aung San Suu Kyi no hubiese sido liberada si las voces “que importan”, las de los grandes de este mundo, no se hubiesen alzado para meter presión sobre la Junta birmana. Se están gastando millones de dólares para financiar una guerra contra Bachar-el-Assad en Siria porque “se niega a democratizar su país”.

Ninguna condena de la comunidad internacional cuando se trata de Ruanda. No puede ser de otra forma cuando se sabe que Paul Kagame tiene consejeros como Tony Blair, Bill Clinton, el multimillonario Howard Buffett, … Son pesos pesados y sus voces llegan muy lejos. Constituyen un auténtico escudo para el dictador ruandés.

En Ruanda, Paul Kagame mata a sus oponentes políticos, encarcela a otros entre los cuales se hallan Victoire Ingabire o Théoneste Niyitegeka que se atrevieron a enfrentarse al dictador Paul Kagame en su propio terreno. Están purgando duras penas de prisión. En Ruanda, nadie se atreve a mencionar el nombre de esos prisioneros. Paul Kagame ha sembrado tanto el terror en su país que todo el mundo está tetanizado.

¿Es posible una vía interna para deshacerse de Paul Kagame y su sistema dictatorial? Sí. Los ejemplos de la Primavera árabe todavía están recientes en la memoria. En Burkina Faso, Blaise Compaoré fue expulsado del poder por la fuerza de la calle. Les falta valentía a los ruandeses. Deben vencer al miedo tal como dijo Victoire Ingabire a su llegada a Ruanda en 2010. Los jóvenes, que habían agarrado su valentía con las dos manos, y acudieron en gran número al lado de Diane Rwigara cuando fundó su Movimiento (People Salvation Movement) llegaron a suscitar la esperanza de que estaban preparados para defender a su ídolo. Ahora que Diane Rwigara está entre las garras de Paul Kagame, deben meditar sobre este refrán ruandés: “Una única noche mata a una vaca lechera”. Mañana, quizás sea demasiado tarde.

Jane Mugeni

Fuente: Blog de Gaspard Musabyimana, Musabyimana.net. Rwanda. Vouloir « challenger » Paul Kagame est un crime de lèse-majesté, publicado el 12 de septiembre de 2017.

Traducido para UMOYA por Juan Carlos Figueira Iglesias.

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