Activismo y estado: cómo la sociedad africana responde a la represión

Ciudadanos, activistas y organizaciones africanas están buscando formas nuevas e innovadoras  para resistir, organizar y movilizarse ante las crecientes restricciones en sus derechos de libertad de expresión, reunión y asociación.

Introducción

Es cierto que en todos los países se están reduciendo las libertades de los ciudadanos, pero está situación es todavía más crítica en el continente africano. El monitor CIVICUS es una herramienta que se actualiza constantemente y que clasifica las libertades civiles de cerradas a abiertas: 43 países de África se encuentran bajo las tres categorías más bajas (cerradas, reprimidas y obstruidas). Solo dos países africanos están etiquetados como “abiertos”. En la mayoría de los países africanos, la libertad de expresión, reunión y asociación está limitada por actores estatales y no estatales que hacen uso de leyes y políticas restrictivas, persecución judicial, además de ataques físicos, amenazas y arrestos a activistas y periodistas. Mientras que estas restricciones generalmente tienen lugar cuando grupos de la sociedad civil alzan su voz en oposición directa a las políticas públicas, hay pruebas sólidas de que las restricciones aumentan durante periodos políticos convulsos como elecciones o antes de los cambios constitucionales sobre el límite de mandatos de los líderes políticos.

Activistas, organizaciones y ciudadanos están respondiendo ante estas medidas restrictivas mediante enfoques de defensa: formación de movimientos sociales dispersos, que provocan que las autoridades no puedan atacar a la estructura y a sus líderes; manifestaciones y sentadas pacíficas; protestas constantes cuyo objetivo es señalar las negligencias del gobierno; investigaciones sobre los grupos en la diáspora; el uso de los medios de comunicación sociales y alternativos; el compromiso con los actores regionales e internacionales donde las libertades están limitadas a nivel nacional.

El presente artículo ofrece un análisis de las tendencias actuales en todo el continente que representan las amenazas más graves para los activistas y organizaciones en su intento de dirigirse, operar y defender las cuestiones más importantes. La selección de casos de estudio sobre los países que aparece a lo largo de este artículo sirve para subrayar no solo las restricciones sino también la resistencia de los ciudadanos de a pie que están utilizando métodos únicos e innovadores que buscan desafiar el status quo. Estos países incluyen la República del Congo, Eritrea, Burundi, Uganda y Túnez.

Represión, deslegitimación y reducción del espacio para la sociedad civil africana

Las limitaciones en las libertades fundamentales de los ciudadanos en África han aumentado en los últimos años y han tomado caminos diferentes. Los estados siguen siendo los responsables principales de estas restricciones, les siguen los actores no estatales como los grupos armados paramilitares, organizaciones terroristas, filiales del partido político gobernante, corporaciones e individuos que han atacado, amenazado y acosado a las organizaciones de la sociedad civil y a activistas de los derechos humanos a los que se les ha impedido continuar su trabajo. En la mayoría de estos casos, a estos responsables no se les imputa ninguna responsabilidad ni se hace justicia, ni si quiera se les imputa, lo que provoca que los activistas huyan de sus países o tengan que autocensurarse. Además, estas restricciones se desencadenan por diferentes factores.

Desafíos a la democracia formal

Las últimas elecciones celebradas en África subsahariana han mostrado la democracia más limitada, la peor desde hace mucho tiempo. Estas elecciones fueron un ejemplo de la divergencia, la impugnación y las restricciones del espacio civil. A pesar de esto, se han conseguido algunos avances, como las elecciones, que en gran parte fueron pacíficas, en Costa de Marfil lo que supuso un progreso, si tenemos en cuenta la violencia de las elecciones anteriores en 2010. Otro ejemplo fue la elección de forma democrática y pacífica del nuevo presidente de Nigeria, un país que anteriormente era conocido por su imposibilidad de tomar las riendas del poder de forma pacífica. Sin embargo, las elecciones en muchos países han sido fallidas, ilegítimas o empañadas por la violencia. En 2016, el presidente y general Idriss Déby Into fue elegido una vez más después de su duradero gobierno que continúa desde 1990 en Chad. Durante esta campaña electoral, se prohibieron las actividades públicas lo que impidió a la sociedad civil participar en el debate. Desde febrero hasta abril, muchos de los activistas que apoyaban a la oposición fueron detenidos y encarcelados durante las elecciones.

Los estados normalmente aumentan las restricciones antes, durante y después de las elecciones para intimidar a los simpatizantes de los partidos de la oposición y así, imposibilitar el acceso de los ciudadanos a tomar una decisión informada cuando acuden a las urnas. En algunos países, se acusa a periodistas, a emisoras de radio privadas y a los activistas de derechos humanos de ser portavoces de la oposición política. También, se ataca y se persigue a los defensores de los derechos humanos por criticar las acciones del gobierno establecido que cambia la constitución para permanecer en el poder. Además de esto, se cierran medios de comunicación independientes, se ataca a periodistas por denunciar los procesos electorales y publicar información sobre las actividades de los candidatos de la oposición lo cual claramente violan los derechos humanos durante las elecciones.

Uno de los países donde la disidencia es gravemente castigada es Etiopía, donde el partido gobernante ha ganado todos los escaños en las últimas elecciones celebradas en mayo de 2015. Antes de las elecciones, varios periodistas fueron detenidos y además, según informes publicados, se amenazó y se asesinó a candidatos de la oposición. En las elecciones de Uganda celebradas en febrero del año pasado, se cerraron estaciones de radio privadas por recibir a candidatos del partido de la oposición, se culpó a periodistas por organizar mítines políticos y además, las reuniones de la oposición fueron violentamente interrumpidas.

Durante los periodos de elecciones, se limita el alcance de las campañas creadas por las organizaciones civiles que trabajaban por conseguir reformas electorales, educar a los votantes y lograr democracia en sus países así como una buena de gestión del gobierno. Estos grupos se ven forzados a parar sus operaciones y se les amenaza con su cierre.

Los estados en algunas ocasiones se niegan a cambiar o cancelar el registro de algunas asociaciones. En algunos países, las peticiones de las organizaciones se han interrumpido y han desaparecido reportajes con información delicada sobre los gobiernos. Los funcionarios gubernamentales y los medios de comunicación estatales han participado en campañas de difamación que demonizaban y acusaban a las organizaciones civiles y a sus portavoces de querer desestabilizar el país. Mientras el derecho de reunirse de forma pacífica está establecido en la constitución de la mayoría de los países africanos, este derecho no se respeta ya que los gobiernos rechazan conceder permiso a los opositores a organizar manifestaciones y cuando realizan estas protestas, se les persigue.

Ataques a los activistas por el derecho a la tierra y ambientales

Los super-ricos y las compañías de las que se benefician siguen siendo acaparadores. Por esta razón, entre los activistas de la sociedad civil más atacados están los que defienden la tierra, el medioambiente y los derechos de los pueblos idígenas. El relator especial de la ONU en materia de derechos a la libertad de reunión y asociación pacífica, señala que no suele haber leyes que reconozcan la propiedad tradicional de la tierra, y a menudo los abusos se producen contra las personas que están más excluidas de las dimámicas de las élites de poder tradicional. Los procesos de la tierra y desarrollo de recursos naturales son altamente secretos y técnicos lo que provoca falta de transparencia y corrupción potencial.

El terrorismo y la seguridad como pretexto para las restricciones

Los estados están utilizando cada vez más la justificación de luchar contra el terrorismo y mantener la seguridad estatal para restringir el espacio civil ya que grupos extremistas como al-Shabaab y Boko Haram tienen un impacto negativo profundo en los derechos humanos en África, al igual que en otras partes del mundo. La respuesta contra el terrorismo es desproporcionada y los impactos en la protección de los derechos humanos son devastadores.

Cuando una comunidad en concreto se convierte en el foco de medidas antiterroristas, esto crea la sensación de estar bajo asedio y de ser el objetivo de ese asedio basándose en la cuestión de identidad, lo cual a su vez puede alimentar el extremismo. En Kenia, las fuerzas de seguridad han respondido de diversas formas violentas, abusando de ciudadanos particulares bajo la bandera de luchar contra el terrorismo, lo que alimenta la ira y la desconfianza, un terreno perfectamente abonado para el reclutamiento de los grupos extremistas. Es más, cuando la sociedad civil y los medios informan de estos abusos, la respuesta de los gobiernos es atacar al mensajero, en lugar de cuestionarse sus tácticas, si son paropiadas o proporcionadas.

Los retos que se plantean a las élites dirigentes son malinterpretadas tozudamente como amenazas a la nación y la expresión de disidencia política es clasificada como terrorismo. En Etiopía, durante agosto de 2015, se impusieron largas penas de cárcel a 18 personas –entre las que había manifestantes, periodistas y líderes islámicos– bajo la ley de antiterrorismo, simplemente por protestar en apoyo de la libertad religiosa. Bajo el auspicio de esta ley contra el terrorismo, el gobierno etíope mantuvo que sus acciones estaban justificadas porque su ley antiterrorismo es similar a las de Estados Unidos e Inglaterra.

El servicio de inteligencia nacional y de seguridad de Sudán (NISS en sus siglas en inglés) lucha contra los activistas civiles que el estado encuentra problemáticos. La ley de seguridad nacional de 2010 concede amplias competencias al NISS para detener y encarcelar a personas hasta cuatro meses y medio, sin revisión judicial y con total impunidad. Un ejemplo de ello, fue el caso del abogado y defensor de los derechos humanos, Amin Mekki Medani, cuyo juicio se celebró en la Audiencia Especial Antiterrorista en 2015 por “perjudicar al estado constitucional” y “librar una guerra contra el estado”.

Calculando las restricciones del espacio cívico en África

El Monitor CIVICUS ofrece análisis y clasificaciones del alcance de estas restricciones y los ataques en los derechos fundamentales en algunos países del continente. CIVICUS cuenta con datos recopilados por la sociedad civil así como de varias fuentes y mediante un proceso de múltiples fases clasifica, verifica y establece un rango de cinco clasificaciones (abierto, reducido, obstruido, reprimido y cerrado) sobre las condiciones del espacio civil. Según esta fuente, solo Cabo Verde, Santo Tomé y Príncipe se etiquetan como “abiertos” ya que se definen como estados que permiten y protegen el espacio civil de su población. De los 18 países que se clasifican como “cerrados”, 9 están en África. Esto equivale a una suspensión completa mediante las leyes y en la práctica del espacio cívico, lo que provoca una atmósfera de miedo y violencia. Esta situación permite a los actores estatales y no estatales atacar y detener sistemáticamente y muchas veces, asesinar a personas que libremente expresan sus derechos de asociación, expresión y reunión. Además, 15 de los 34 países clasificados como reprimidos –donde el estado civil es limitado duramente– están en África.

A pesar de estas restricciones, los grupos civiles siguen trabajando en diferentes asuntos para operar en estos países, normalmente con un gran riesgo, para promover y proteger los derechos humanos así como sus defensores.

El rechazo a las restricciones

En todo el mundo y en el continente africano, los activistas, los defensores de los derechos humanos y las organizaciones que los apoyan han encontrado formas creativas para derribar los obstáculos legales y sociales establecidos anteriormente por el estado, por las corporaciones y los individuos que quieren mantener el estatus quo. Las comunidades, los individuos y las organizaciones han encontrado formas de eludir las restricciones en sus libertades fundamentales y civiles mediante el uso de medios de comunicación alternativos y redes sociales, la construcción de alianzas, la formación de movimientos sociales y de defensa del nivel legislativo. Los activistas siguen enfrentándose a las élites opresoras en la República Democrática del Congo, Eritrea, Burundi, Uganda y Túnez.

Movimientos y activismo en la República Democrática del Congo

Mientras que algunos gobiernos siguen atacando a los activistas civiles y utilizan métodos para restringir los derechos de asociación, una de las respuestas que ha nacido es la emergencia de grupos jóvenes nuevos o renovados que piden reformas. En la República Democrática del Congo, se formó el movimiento LUCHA en junio de 2012, en Goma (Kivu del Norte). La estructura flexible de este movimiento y la rápida adhesión al mismo en diferentes zonas del país, está orientado a burlar las acciones del gobierno que atacan a las organizaciones civiles, sus miembros y su estatus legal mediante el uso de políticas y acciones restrictivas. LUCHA aboga por la no violencia, denuncia el uso de armas y utiliza diferentes métodos para pedir reformas democráticas, justicia social y respetar el estado de derecho. Algunos de estos métodos incluyen sentadas pacíficas en frente de los edificios del gobierno y otros lugares significativos, el uso de las redes sociales, reuniones con los representantes del gobierno para realizar peticiones, movilización popular de comunidades y el uso de gestos simbólicos durante las protestas pacíficas.

La respuesta de las autoridades a las acciones de LUCHA ha sido desproporcionada. Han detenido a miembros durante las protestas pacíficas, les han encarcelado y han calificado a LUCHA como movimiento ilegítimo que intenta desastabilizar el país. En diciembre de 2016, varios activistas de LUCHA organizaron una sentada pacífica en las oficinas del gobernador de Goma en la que denunciaban la decisión del presidente Joseph Kabila de permanecer en el gobierno una vez terminado su mandato. LUCHA recogió firmas para que se respetara la constitución y el estado de derecho y pidieron al presidente Kabila que abandonara su cargo.

En respuesta a esto, las autoridades detuvieron y encarcelaron a 20 activistas. A pesar de esto, LUCHA estableció buenas relaciones con redes regionales e internacionales que luchan por los derechos humanos y ahora trabajan juntos ejerciendo presión a las autoridades congoleñas para que liberen a los activistas encarcelados, donde y cuando sean encarcelados.

El activismo más allá de las fronteras de Eritrea

Durante más de una década, las autoridades de Eritrea han mantenido las medidas más severas contra las libertades civiles hasta ahora documentadas. Por ello, los activistas y ciudadanos de Eritrea han creado fórums y redes que promueven la defensa de los derechos humanos. Dado que es imposible conseguir información sobre Eritrea desde el extranjero, estos activistas cuentan con personas que huyen del país para poder publicar la información más reciente. Las redes y activistas usan esta información para concienciar a las instituciones regionales e internacionales y que de esta forma, se escriban informes para que la comunidad internacional pueda ejercer presión al gobierno de Eritrea para que lleve a cabo reformas. Las redes de los derechos humanos de Eritrea en la diáspora también colaboran con organizaciones regionales e internacionales para presionar acuerdos en Eritrea en la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (ACHPR en sus siglas en ingles) y el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC).

El hecho de que, al mismo tiempo, se lleven a cabo restricciones muy severas y asambleas pacíficas de las organizaciones significa que mucha de la resistencia se lleva a cabo desde las fronteras aunque abandonar Eritrea sea asumir un gran riesgo. Un ejemplo de estos exiliados es la Radio Fórum Eritrea, que opera fuera de sus fronteras y que informó el 19 de febrero del año pasado del arresto de dos periodistas que trabajaban para la radio y la televisión estatal. Los dos periodistas fueron detenidos porque se sospechaba que querían abandonar el país, lo que las autoridades consideran como un acto de traición que se castiga con prisión indefinida y trabajos forzados.

Creación de alianzas en Burundi

El espacio civil en Burundi empeoró en abril de 2015 con las protestas de los ciudadanos y las organizaciones que denunciaron la decisión del presidente Pierre Nkurunziza de reformar la constitución y prolongar su gobierno, una vez que su mandato había terminado. El gobierno respondió de forma violenta mediante la destrucción de edificios de algún medio independiente, llevó a cabo arrestos arbitrarios de ciudadanos, hubo asesinatos extrajudiciales y amenazas a personas con ideología diferente a la del gobierno. La mayoría de los activistas y periodistas abandonaron Burundi para evitar ser acusados por las autoridades.

Al igual que ocurre en Eritrea, la mayoría de los activistas han recreado fórums y redes en las que muestran su compromiso en la defensa de los derechos humanos y donde actúan junto con otras instituciones y mecanismos colaboradores regionales e internacionales. Estas redes publican informes regularmente para informar a la comunidad internacional de la violencia constante contra los opositores del gobierno y los agentes de las organizaciones civiles.

Respuestas creativas a las políticas restrictivas en Uganda

En Uganda, los activistas han luchado contra las restricciones en las libertades civiles con actos de desafío. En 2016, tras las elecciones celebradas en febrero, el gobierno utilizó la violencia para dispersar protestas pacíficas. Para esquivar las restricciones del gobierno, la académica Stella Nyanzi, ha utilizado temas tabú como el sexo o la menstruación, lenguaje creativo y blasfemias para cambiar el conservadurismo y concienciar de las acciones del gobierno que afectan a los ciudadanos de Uganda. Más recientemente, Nyanzi ha provocado la ira del presidente de Uganda, Museveni, al insultarle llamándole “par de nalgas”, lo que provocó su detención el 7 de abril después de un evento sobre educación y menstruación para niñas en Uganda.

El activismo de Nyanzi ha inspirado respuestas del panorama artístico creciente en Uganda con una exhibición del artista Collin Sekajugo llamada “El puño de Stella Nyanzi”. Como respuesta a estas pinturas, Nyanzi expresó que “en la lucha contra la opresión por parte de agentes incrustados en las estructuras sistémicas del poder, nosotros usamos cualquier cosa que tenemos a nuestro alcance para luchar por nuestra humanidad. Usad lo que tengáis para luchar. Luchad para ganar”.

La comunidad LGBTIQ de Uganda también ha conseguido evitar las intimidaciones de las autoridades. Una de sus respuestas creativas ha sido combinar eventos públicos y secretos para celebrar la semana del orgullo. Algunos eventos han dado la bienvenida de medios internacionales para hacer frente a las restricciones del gobierno. También, se ha celebrado en secreto marchas del orgullo para evitar el acoso de las autoridades. Es necesario señalar que mientras los activistas de Uganda han conseguido el escrutinio internacional para desafiar las restricciones del gobierno en las libertades civiles, otros actores internacionales ugandeses han intentado influenciar las políticas del gobierno contra las libertades civiles, incluyendo los derechos de LGBTIQ.

Métodos innovadores en Túnez

Desde el levantamiento de 2011, los tunecinos han estado tomando las calles, han utilizado las redes sociales, demostrando así, su capacidad de compromiso para involucrar al gobierno en diferentes temas entre los que se encuentran los derechos LGBTIQ, de las mujeres y de desigualdades regionales. Sin embargo, los ciudadanos y la sociedad civil han hecho frente a los partidos políticos y a los gobiernos que han limitado su habilidad de defender con éxito los temas que más le importan. Estas violaciones de libertad de expresión, reunión y asociación no son exclusivas de Túnez ya que se pueden ver en todo el continente y, cada vez más, en todo el mundo.

En Túnez, el gobierno ha realizado diferentes prácticas para prevenir que las organizaciones y los ciudadanos alcen su voz de oposición. El decreto posterior a la revolución, el decreto número 8 de 2011, protege ampliamente los derechos de las organizaciones para asociarse y apoya el derecho a expresarse, organizar y tomar medidas. Estas leyes también incluyen suministros de fondos públicos y prohíbe que el estado interfiera en las operaciones de las organizaciones.

Tras la ola de ataques terroristas en 2015, el gobierno bloqueó las actividades de 38 organizaciones que presuntamente habían apoyado de forma directa o indirecta a las entidades terroristas. Actualmente, la Asamblea de los Representantes del Pueblo y actual gobierno están trabajando por modificar la legislación vigente de asociación para mejorar el control de entidades que reciben financiación extranjera.

La demonización de los grupos nacionales e internacionales continúa bajo el pretexto de combatir la financiación del terrorismo, una excusa utilizada para acelerar la modificación de la ley de asociación y así, evitar que los ciudadanos y las organizaciones jueguen su papel en apoyar al terrorismo durante la transición democrática. Durante más de dos años, las organizaciones civiles se han estado movilizando para hacer frente a las amenazas potenciales de este decreto y la libertad de asociación en Túnez.

Las asociaciones LGBTIQ han sido los objetivos principales del acoso legal del estado y el blanco fácil en las medidas estrictas y constantes contra la oposición creciente. Las autoridades pueden obligar a los ciudadanos a sufrir un “examen anal” si sospechan que una persona es homosexual como si esta prueba pudiera demostrar la orientación social de un individuo. El Consejo Nacional de Orden Médica pidió a los médicos que dejaran de hacer estas pruebas sin el consentimiento del paciente. Por su parte, la comunidad LGBTIQ y las organizaciones de derechos civiles están llevando a cabo campañas para poner fin a esta práctica inhumana.

Mientras la represión de movimientos sociales, grupos y organizaciones sigue evolucionando desde hace más de dos años, una nueva grabación que ha salido a la luz desenmascara un plan preparado por la cadena de televisión tunecina, Nessma, para intimidar al grupo de vigilancia anticorrupción iWatch. En este vídeo filtrado se puede ver cómo los directores de Nessma amenazan a los representantes de iWatch y cómo difaman la reputación de iWatch y sus miembros. Además, esto ha reforzado la movilización contra los magnates corruptos en Túnez y el uso de los medios para deslegitimar a los movimientos y a la sociedad civil.

Los ciudadanos y organizaciones tunecinas han cambiado sus tácticas: se están alejando de las protestas y ahora prefieren dialogar con los funcinarios del gobierno y los legisladores. Las redes sociales son la medida principal para concienciar de los ataques constantes contra las habilidades de los ciudadanos y sus organizaciones a sindicarse, reunirse y expresarse libremente. Esto también es una forma de eludir los hechos alternativos propugnados por las entidades privadas y públicas.

El trabajo más importante, sin embargo, se lleva a cabo con las alianzas entre las organizaciones no gubernamentales nacionales, las internacionales y los movimientos sociales. Es el poder de estas alianzas lo que permite hablar directamente con los legisladores para así intentar cambiar las leyes que les afectan tanto a ellos como a su trabajo. Estas alianzas han conseguido con éxito desarrollar campañas como la de 2016 contra la proposición de ley que restringía el acceso a información constituida por las organizaciones civiles y que se publicaba en los medios sociales.

Contraatacar y luchar para ganar

En África, los activistas y las organizaciones están contraatacando. Los métodos innovadores para desafiar a los actores represivos estatales y no estatales están presentes en todo el continente. En la República Democrática del Congo, los jóvenes y los movimientos sociales han aumentado, están creciendo junto a las marchas globales congoleñas.

Las personas que se encuentran en el exilio han conseguido aumentar la concienciación, crear alianzas regionales e internacionales e informar de las crisis actuales en Eritrea y Burundi. El hecho de que se hayan creado campañas creativas y artísticas ha sido clave para el éxito en Uganda ya que se ha conseguido llegar a los políticos directamente lo que ha creado nuevas posibilidades para aumentar y expandir las libertades civiles en Túnez.

Como expresó Stella Nyanzi, los africanos en todo el continente están usando cualquier cosa que tengan para luchar. Y están luchando para ganar.

Por David Kode y Mouna Ben Garga

* David Kode de Camerún es asesor político e investigador de CIVICUS (David.Kode@civicus.org) y Mouna Ben Garga de Túnez es la oficial del programa Inovación para el cambio (Innovation for Change) (mouna.bengarga@civicus.org). CIVICUS es una alianza global que cuenta con más de 3.600 organizaciones y activistas. La innovación para el cambio, un proyecto de CIVICUS, es una red regional de centros online y civiles que busca apoyar y conectar a la sociedad civil en todo el mundo.

Traducido para Umoya por Elisa García Marcos.

Referencias
CIVICUS Alliance. The CIVICUS Monitor. www.monitor.civicus.org

CHAN08. Stella Nyanzi Excited about her Protest Art Exhibition. http://chano8.com/stella-nyanzi-excited-protest-art-exhibition/

Daily Maverick. Uganda: Stella Nyanzi, the vulgar activist, takes on the Pair-of-Buttocks-in-Chief. https://www.dailymaverick.co.za/article/2017-04-11-uganda-stella-nyanzi-the-vulgar-activist-takes-on-the-pair-of-buttocks-in-chief/

ICNL. Civic Freedom Monitor: Tunisia http://www.icnl.org/research/monitor/Tunisia.html

Front Line Defenders. https://www.frontlinedefenders.org/en/case/case-history-amin-mekki-medani

Middle East Observer. Leaked recording highlights head of Tunisian TV inciting his staff to slander anti-corruption watchdog. https://www.middleeastobserver.org/2017/04/23/leaked-recording-highlights-head-of-tunisian-tv-inciting-his-staff-to-slander-anti-corruption-watchdog/

Stop Homophobie. Test anal: les médecins Tunisiens condamnent la pratique dans les procédures déclenchées contre les homosexuels. https://www.stophomophobie.com/test-anal-les-medecins-tunisiens-condamnent-la-pratique-dans-les-procedures-declenchees-contre-les-homosexuels-videos/

Tunisian Government. Décret-loi n° 2011-88 du 24 Septembre 2011, portant organisation des associations. http://www.acm.gov.tn/upload/1410083987.pdf

Uganda National NGO Forum. Black Monday Campaign. http://ngoforum.or.ug/black-monday/

Washington Post. In Tunisia, activists finally catch a break against a powerful tycoon. https://www.washingtonpost.com/news/democracy-post/wp/2017/04/20/in-tunisia-activists-finally-catch-a-break-against-a-powerful-tycoon/?tid=ss_fb

Fuente: Pambazuka News, Activism and the state: How African civil society responds to repression, publicado el 11 de mayo de 2017.

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