La palma aceitera es autóctona de África occidental, y el aceite de palma, en su forma más pura, es un productos básico en la dieta de los pueblos de África occidental. Sin embargo, lo que nos es autóctono y está causando estragos en la provincia tropical nigeriana de Cross River State, es la expansión a escala industrial de plantaciones de palma aceitera, por parte de la mayor comercializadora de aceite de palma del mundo, Wilmar International.
Desde 2010, Wilmar ha adquirido 30.000 hectáreas de tierra para plantaciones de palma aceitera en el sudeste nigeriano, con lo que ha ampliado su banco de tierras en Nigeria a cientos de miles de hectáreas.Nigeria es uno de los diez países africanos que han firmado la Nueva Alianza para la Seguridad Alimentaria y la Nutrición, la estrategia de los países del G8 para movilizar la inversión extranjera de gran escala al sector agrícola de África.
Como socio de la Nueva Alianza, Wilmar podrá tener “garantizada la adquisición de tierras”, podrá beneficiarse de “salarios medio-bajos” y podrá recibir moratorias fiscales en un proceso diseñado para “facilitar los negocios en Nigeria”.Sin embargo, la Nueva Alianza puede ser más perjudicial que positiva para los productores de alimentos de pequeña escala, ya que está aumentando el riesgo de acaparamientos de tierras, al tiempo que se están socavando los derechos sobre las tierras y la tenencia agraria.
En su informe “Explotación y promesas vanas: El acaparamiento de tierras en Nigeria por Wilmar (en inglés), Amigos de la Tierra revela que la reciente adquisición de Wilmar en Cross River State ha dejado sin recursos de los pueblos locales, y supone una amenaza para las zonas de serva protegida que albergan gra parte de la enorme biodiversidad de África. Un agricultor que se ha visto desplazado por las operaciones de Wilmar en Nigeria afirma: “Al quitarnos nuestras granjas, Wilar está declarando nuestra muerte”.
Por lo tanto, Wilmar International y sus subsidiarias de Nigeria deberían hacer lo siguiente, entre otros aspectos:
1.- Detener sus planes de expansión de forma inmediata.
2.- Publicar todos los mapas de concesiones, las evaluaciones de impacto socio-ambiental, las políticas de contratación, y las actas de las consultas a las comunidades.
3.- Revisar a fondo y ajustar sus protocolos para conseguir un consentimiento libre, previo e informado que respete las prácticas recomendadas internacionales, y reiniciar un proceso de consulta abierta a todas las personas afectadas. Por otro lado , el gobierno nigeriano debería alentar e incentivar la producción agrícola de pequeña escala, y comprometerse a un proceso de reforma de sus sistemas de tenencia agriaria, la gobernanza responsables de la tenencia de la tierra y los bosques en el contexto de la seguridad alimentaria nacional.
En palabras de Amigos de la Tierra de Nigeria y el Centro de desarrollo de recursos de la selva. “Si Wilmar no mejora sus operaciones , más le valdrá hacer las maletas y marcharse”.
1 – Basado en el resumen “
Explotación y promesas vanas: el acaparamiento de
tierras de Wilmar en Nigeria
” (en inglés), disponible en bit.ly/1SSmJvC.
2 – Disponible en bit.ly/20DSnf
Fuente: boletin Nyéléni- número 23 www.nyeleni.org