El ejército congoleño ha comunicado que en enfrentamientos militares había acabado con la vida de Gédéon Kasongo, uno de los cabecillas de la rebelión mayi-mayi, considerado uno de los principales señores de la guerra de la región de Kananga, tras meses de persecución.
Kasongo había rechazado siempre las llamadas de las autoridades civiles y militares locales a rendirse, tras la celebración de un foro de pacificación de Katanga en septiembre de 2004.
Según una emisora de radio local, otros jefes rebeldes, a diferencia de Kasongo, sí aceptaron deponer las armas como parte del complejo proceso de reestructuración del Ejército del ex Zaire, tras la guerra de 1998-2003. Kasongo, según las mismas fuentes, había impuesto condiciones a su desarme, condiciones que las fuerzas armadas congoleñas habían juzgado inaceptables, por lo que reanudaron su persecución. Entre dichas condiciones, Kasongo exigía disponer de un helicóptero protegido por la Misión de Paz de las Naciones Unidas en el Congo (MONUC) y que se le reconociera el grado de general.
Fuente: Mundo Negro
