Un golpe a las esperanzas de paz, o por lo menos una decisión unilateral que podría acrecentar la incertidumbre de la población y el enfrentamiento incluso político, entre los responsables del conflicto civil. De ese modo califican fuentes de la MISNA el inesperado decreto del presidente Salva Kiir que reforma la administración de Sudán del Sur.
La norma establece la creación de 18 nuevos estados que en el plazo de un mes se sumarán y sobrepondrán a los diez ya existentes. La medida fue justificada por la necesidad de promover la descentralización y la democratización de la vida política, acercando el poder a los ciudadanos, pero en realidad fue inmediatamente contestada desde varios sectores. Primero de todos, Riek Machar, el ex-vicepresidente que ahora lidera a los rebeldes, denunció una decisión unilateral que viola el acuerdo de paz firmado en agosto. “El decreto –dicen las fuentes de la MISNA – ha tomado por sorpresa a la gente. Durante dos años los rebeldes habían pedido una reforma de tipo federalista, que creara 21 estados, pero Kiir siempre se había opuesto”.
Las propuestas de descentralización habían quedado fuera del acuerdo firmado gracias a la mediación internacional. En ese documento se prevé un poder compartido, sobre todo en los estados más ricos en petróleo, que resultan cruciales para los equilibrios políticos y económicos del país. El acuerdo atribuye a los rebeles el 40% de los cargos de gobierno en los estados del Alto Nilo, Unity y Jonglei, que ahora quedan divididos en diez entidades diferentes. El decreto ahora atribuye el poder de nombrar gobernadores y asambleas legislativas estatales únicamente al presidente.
Sobre las motivaciones de la medida circulan reconstrucciones y tesis discordantes, pero en todo caso marcadas por la perplejidad y la preocupación. Unos denuncian el intento de anular los esfuerzos para lograr un acuerdo de paz. Otros señalan el peligro de nuevas incomprensiones o0 de recriminaciones recíprocas. Y explican que en Juba la Constitución transitoria que entró en vigor con la independencia de Sudán establece la posibilidad de reformas de este tipo solo después de amplias consultas.
Mientras tanto, los puntos del acuerdo que fueron ya aplicados, comenzando por el respeto del cese del fuego, siguen siendo pocos. En los últimos días se produjeron uno detrás de otro los anuncios de desmilitarización de centros urbanos, en particular de la capital, pero hasta ahora no ha habido confirmaciones independientes en este sentido. “El ejército comunicó querer reubicar sus unidades en tres campos a unos 25 kilómetros de Juba –dicen las fuentes de la MISNA– mientras están prontos a vencer plazos importantes: el 16 de octubre debería completarse en teoría la retirada del contingente ugandés que intervino en apoyo de Kiir inmediatamente después de que estallara el conflicto”. [VG/NBJ]
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