Camerún: ¡pongamos fin a la plantación de palmeras del aceite de la SGSOC!

En Camerún, una empresa que produce aceite de palma amenaza los bosques tropicales. Su contrato de arrendamiento expira en noviembre. Sylvie Djacbou Deugoue, responsable de “campaña bosque” para Greenpeace África, explica por qué nos hemos movilizado con los campesinos locales contra la renovación de la concesión.

“Cuando llegué al poblado de Babensi II el pasado mes de julio, los miembros de la comunidad estaban a la espera de respuestas de Greenpeace y nuestros socios sobre la forma en que podrían recuperar sus tierras. Desde hace ahora ya tres años, son muchos los que no tienen acceso a sus campos y a sus cosechas. Les fueron ilícitamente sustraídas para una plantación de palmeras del aceite de la SG Sustainable Oils Cameroon (SGSOC), sin consulta ni acuerdo por su parte. Desde entonces, el mercado de Babensi II está casi vacío.

En Nguti, a 23 km de Babensi II, se ha repetido el mismo escenario. Varias decenas de granjeros han confluido en la sala municipal para hacernos partícipes de su temor de ver un día sus granjas en manos de la SGSOC. Susan Ta Agbo, en un discurso impregnado de emoción, nos contó que un día observó que muy cerca de su poblado ciertos árboles del bosque habían sido marcados. Esas marcas aparecieron después de una reunión organizada con ejecutivos de la empresa, que vinieron a explicar sus proyectos de desarrollo en la zona. Los aldeanos pidieron entonces que se respetase una zona de separación de 5 km más allá de sus campos, solicitud que aparentemente fue ignorada por la SGSOC.

aceitepalmacamerunNo era la primera vez que nos reuníamos con esos campesinos, que están padeciendo las consecuencias del acaparamiento de tierras desde hace más de siete años, desde que la SGSOC se instaló en la región. Probablemente ya habrán oído hablar de ese escándalo cuando esa plantación pertenecía entonces a la empresa Herakles Farms, con sede en Estados Unidos. Desde que se retiró del proyecto, la plantación de palmeras del aceite es explotada por la SGSOC, que posee un título de concesión para un área de aproximadamente 20.000 hectáreas. Mientras que su arrendamiento provisional de tierras expira en noviembre, nunca fue tan grande la esperanza de las comunidades de ver como el gobierno pone fin a ese proyecto.

244 granjeros (231 de Nguti y 13 de Babensi II) dieron prueba de su determinación depositando dos quejas colectivas por violación de la propiedad en el Tribunal de Primera Instancia de Bangem (provincia del Suroeste de Camerún) el pasado 27 de septiembre. Declararán el próximo 9 de noviembre.  Greenpeace aclama esta acción que marcará el primer paso para que por fin se les haga justicia a esas comunidades. Con nuestros socios, nos unimos a su lucha lanzando hoy una petición para pedir al gobierno camerunés que no prolongue o renueve el contrato de arrendamiento.

La SGSOC no solamente habría realizado sobornos e intentado intimidar a las comunidades, sino que también mintieron a decenas de trabajadores, que fueron despedidos sin preaviso ni indemnización mientras que todavía tenían sus contratos en vigor para varios meses. El pasado 14 de septiembre se organizó una reunión de conciliación en la Oficina de trabajo de Mundemba entre 45 antiguos empleados de la SGSOC y representantes de la empresa. Como estos últimos no se presentaron a la cita, el asunto está desde entonces en manos de la justicia civil en el tribunal de apelación de Buea.

La SGSOC también prometió numerosos beneficios a las comunidades que aceptasen ceder sus tierras a la plantación. Sin embargo, cuando fui a la zona el mes de julio pasado, muchos se quejaron de que, a pesar de las promesas, la SGSOC no ayudó a las comunidades. No han mejorado el acceso a los colegios o a los servicios sanitarios, ni proporcionado electricidad. Las carreteras todavía están en estado desastroso.

He crecido en una región boscosa, por lo tanto, soy plenamente consciente de la importancia que tiene el bosque para las comunidades que viven alrededor. Necesitan esas tierras para cultivar y ganar algo de dinero gracias a los productos forestales distintos de la madera que les permitan alimentarse, pero también enviar sus hijos a la escuela, a la universidad, y todavía muchas más cosas. ¿Cómo podría ser duradero un proyecto que expropia las comunidades y destruye los bosques? El gobierno camerunés debe asegurarse de que las empresas que se instalen en el país participen en su desarrollo económico al mismo tiempo que respeten las comunidades locales, así como el medioambiente. La plantación de la SGSOC no cumple ninguno de esos criterios.

Durante los tres años que ha durado su contrato de arrendamiento provisional, esta empresa no ha dado ninguna prueba de buena voluntad. No es difícil entonces imaginar todo el daño que podría hacer si su arrendamiento provisional de tierras fuese prolongado o renovado.

Nosotros los cameruneses, africanos, tenemos la responsabilidad de proteger nuestros recursos y asegurarnos de que nuestra herencia no nos sea confiscada. Estas comunidades nos necesitan”.

Sylvie Djacbou Deugoue
Responsable de “campagne forêt”, Greenpeace África.

Fuente: Greenpeace África, Mettons un terme à la plantation de palmiers à huile de SGSOC!, publicado el 4 de octubre de 2016.

Traducido del francés para UMOYA por Juan Carlos Figueira Iglesias.

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