El derrocamiento del capitalismo es la única forma de conseguir la liberación

Reflexiones sobre el día de África, 2016

Una nueva generación de defensores de la libertad se está alzando, inspirada por las victorias del pasado, para seguir en la lucha del mundo panafricano contra la hegemonía capitalista. Hay un nuevo llamamiento en contra de la destrucción de las vidas de la población negra. Como solía decir el panafricanista Tajudeen Abdul Raheem, una eminencia, siempre hay algo que hacer.

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Tajudeen Abdul Raheem. ©Tim Gander.

Introducción

Este año hemos celebrado el día de África el día 25 de mayo con la energía de la nueva fuerza panafricana emergente en todo el mundo que ha dejado claro que «las vidas de los negros importan» (haciendo alusión al movimiento Black Lives Matter). Desde Bahía en Brasil hasta Mogadiscio en Somalia y desde Chibok en Nigeria hasta Chicago en Estados Unidos hay nuevos tipos de organizaciones políticas que manifiestan la necesidad de proteger las vidas de la población negra. Estas nuevas formas de organización han puesto al frente nuevos militantes por la liberación y la emancipación y han generado nuevos espacios de lucha. Las viejas batallas de la liberación comprendían la lucha por el poder estatal. La nueva lucha requiere no únicamente el poder estatal, sino la lucha por el pan, la libertad y la justicia social. Algunos de los libertadores del pasado son los opresores del presente. Otros solo tienen palabrería en cuanto a la idea de la independencia africana mientras roban miles de millones que deberían estar el servicio de la sanidad y la seguridad de los trabajadores. En principio, la mayoría de los gobiernos del mundo panafricano no trabajan para liberar a la gente de las amenazas a la vida y al medio de subsistencia. Al mismo tiempo permanecen callados ante el alzamiento de un fascismo mezquino como manifiestan Donald Trump en Estados Unidos o el Frente Nacional en Francia.

Cuando se presentó por primera vez la idea de celebrar el día de África, se hizo para reconocer las intensas luchas por la dignidad que inspiraron a los ancestros africanos. Los que lucharon por la libertad empezaron por comprender que todos los grandes logros y cambios comienzan con un sueño. El sueño de una determinación propia y un África libre. Es decir, la aspiración de los africanos en cualquier parte del mundo a que África sea un lugar prospero, íntegro, pacífico y secular así como un continente gobernado por sus propios ciudadanos, que represente una fuerza dinámica en la reparación del planeta y garantice las vidas de los africanos en África y fuera de ella. Algunos líderes han utilizado este sueño para convertir la Unión Africana en un mentidero que protege las carreras políticas de los dictadores, como presenciamos con las masacres de Burundi.

No es posible celebrar el día de África en 2016 sin recordar la energía al servicio del compromiso de Tajudeen Abdul Raheem, quien dedicó su vida a la causa de la libertad humana y la dignidad africana. Hace ya 7 años desde que Tajudeen se unió a los ancestros el 25 de mayo de 2009 y no pude evitar recordar sus contribuciones a la causa de la libertad panafricana a medida que el día 25 avanzaba este año. Tajudeen se ha convertido en un personaje histórico incluido en las listas de miles de africanos que lucharon por la paz y que continúan inspirándonos. Este artículo es también un intento de recordar su contribución.

Los orígenes del día de África

Cuando en 1963 se creó un compromiso con la creación de la Organización para la Unidad Africana, se designó el día 25 de mayo como el día de África. Se pretendía que hubiera un día de celebración y apoyo a las luchas por la dignidad. La primera vez que se mencionó esta idea fue en la Conferencia de los Pueblos Africanos que tuvo lugar en Ghana en 1958. El culmen de la oposición al colonialismo y el apartheid ha sido la celebración del día de África el 25 de mayo de cada año. En la Conferencia de los Pueblos Africanos en 1958, acogida por la población de Ghana en tiempos de Kwame Nkrumah, se determinó que se destinaría un día como día nacional del recuerdo de los defensores de la libertad. La Conferencia encabezó el comienzo del día de la liberación africana (el día de África), un día para llevar la cuenta año tras año del progreso del movimiento de liberación. Un día que simboliza la determinación de los pueblos de África para liberarse de la dominación y la explotación extranjera.

Fueron los antiguos seguidores de Garvey los que comenzaron a celebrar el día de la liberación cuando vivían en el barrio neoyorquino de Harlem en Estados Unidos. Habían sacado adelante una tradición del internacionalismo negro que inspiró a Kwame Nkrumah en su época de estudiante durante la última gran crisis capitalista de Estados Unidos. Hasta 1994 el impulso de la dinámica antirracista que había puesto en marcha el alma del panafricanismo estaba motivada por el deseo de derrocar el régimen supremacista blanco sudafricano. Era sumamente importante que fueran los Estados que apoyaban la liberación africana moral, material y políticamente en los que el día 25 de mayo se celebraba a nivel nacional. La derrota militar del ejército sudafricano en la batalla de Cuito Canavale, que dio lugar al fin al apartheid en 1994, junto con la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo y la creación de la Unión Africana fueron los elementos que revitalizaron las fueras de la libertad Africana. Sin embargo, al final del siglo muchos de los líderes africanos renegaron de los principios de justicia reparativa justo cuando los descendientes africanos de América estaban buscando una unión con la victoria del apartheid para recuperarse internacionalmente.

Los libertadores ahora son reaccionarios

Sudáfrica era el centro de la lucha por la libertad africana después de que en 1948 un régimen de una minoría blanca comenzara con las políticas del apartheid. Para muchos, en el proceso de la liberación africana, la llegada al poder del partido Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) dirigido por Mandela supondría un nueva etapa de la revitalización de África. Veinte años más tarde, los trabajadores pobres sudafricanos se enfrentaron a un aumento de la explotación, puesto que el gobierno del ANC ha dado la espalda a los principios de libertad. El libro No Easy Victories: African Liberation and American Activists over a Half Century, 1950-2000, (Victorias que no fueron fáciles: la liberación africana y los activistas americanos durante medio siglo, 1950-2000), utiliza historias reales para presentar los diferentes movimientos que se organizaron durante medio siglo para apoyar la libertad africana [1].

A medida que los defensores de la libertad se convertían en vulgares acumuladores y adoptaron los métodos de explotación de los explotadores, la idea del día de África perdía importancia para los pobres y explotados de África. Jacob Zuma en Sudáfrica y Robert Mugabe en Zimbabue son dos de los mejores ejemplos de cómo la idea de la liberación da ahora la espalda a la gente, que busca a diario nuevas formas de reclamar su vida y su salud. La victoria más reciente, la de los mineros que trabajan en las minas de oro en Sudáfrica, recuerdan a los panafricanistas las condiciones laborales que millones de trabajadores sufren en el mundo panafricano. Mineros que padecian silicosis o tuberculosis emprendieron una acción de clase, interponiendo una demanda colectiva contra los altos productores de oro de Sudáfrica. Esta demanda colectiva recordó a los trabajadores africanos que hay múltiples frentes abiertos en la lucha por la liberación. «Una lucha, muchos frentes»; como solía decir Tajudeen, quien habló claramente de la liberación y la emancipación de los oprimidos, y destapó a los libertadores que se habían convertido en reaccionarios. En una de sus postales, que ahora se muestra en el libro Speaking Truth to Power  (diciéndole la verdad al poder), Tajudeen decía esto de los antiguos libertadores:

«¿Qué le ocurre a los revolucionarios cuando llegan al poder?… Lo han mantenido tanto tiempo que todos se han olvidado de sus antiguos trabajos, valores y visiones. Han pasado de proclamar un “cambio fundamental” a convertirse apóstoles del “No cambio”. Se han convertido en reaccionarios, revolucionarios cansados que agotan al país que dicen haber liberado. El reto al que se enfrentan en Uganda es similar al de Zimbabue, Etiopía, Eritrea y otras sociedades post-liberación: cómo liberarse de sus liberadores. Los liberadores se han convertido en reaccionarios al servicio del sistema bloqueando futuros cambios.»[2]

El mundo panafricano y la crisis global del capitalismo

Las tendencias mortales están presenten a lo largo de todo el continente. Yoweri Museveni, antiguo libertador de Uganda, ha convertido el ejército ugandés en un instrumento de opresión y en una fuerza mercenaria al servicio de los poderes imperiales. Museveni todavía se aferra al poder tras acceder a él a través de luchas armadas en 1986. Busca construir una clase capitalista autóctona consiguiendo un superávit mediante la conversión de Uganda en un petroestado. Yoweri Museveni y Pierre Nkurunziza en Burundi son falsos líderes que proyectan una imagen de sí mismos como defensores de la libertad en Somalia a la vez que oprimen a la gente en sus propias sociedades. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas mantiene la farsa sobre la imagen de estos líderes como defensores de la paz porque la llamada «guerra contra el terror» distrae la atención del verdadero terror económico e inseguridad al que se enfrentan los pueblos debido a la crisis capitalista global.

Tanto el pueblo ugandés como el burundés están sufriendo las relaciones económicas genocidas que han expoliado el África Central durante los últimos 50 años. La forma de capitalismo específica en África requiere fuerza y violencia todos los días. Esta ha sido la realidad desde tiempos del rey Leopoldo y Cecil Rhodes, que llega hasta nuestros días con la represión en Egipto, Etiopía, República Democrática del Congo y Kenia. Estas tendencias opresoras demuestran que la naturaleza destructiva del capitalismo está por encima de la humanidad. Desde el nacimiento del capitalismo, las relaciones con la mayoría de los pueblos africanos han estado siempre basadas en formas primitivas y brutales de acumulación. Los africanos no han tenido que esperar la crisis financiera actual para comprender las realidades de la explotación capitalista.

La evidencia de la crisis capitalista global es disfrazada con previsiones prometedoras sobre una «recuperación global». Sin embargo, los pobres del mundo están siendo testigos de una de las mayores transferencias de riqueza de los pobres al 1% de población que representan los ricos. Transferencia que se está llevando a cabo bajo la dirección política y militar de los Estados Unidos, donde los hechiceros financieros buscan nuevas formas de extraer riqueza y recuperar la soberanía limitada que se había conseguido con la independencia política. Durante más de 30 años los oprimidos en África se opusieron al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la devaluación de sus vidas. Bajo el mantra de «ajuste estructural», el FMI y el Banco Mundial han intimidado a países debilitando sus leyes laborales y suprimiendo las organizaciones de trabajadores y a los pequeños agricultores [3] para atraer «inversores extranjeros». El FMI junto con elementos compradores locales ha trabajado con los Estados para eliminar las leyes de negociación colectiva y suprimir los salarios. El mantra de la «flexibilidad laboral» del FMI ha dado el poder a las corporaciones para despedir a los trabajadores a su antojo y trasladarse a donde los salarios sean más bajos. Mientras que debilitaba las organizaciones de trabajadores, el FMI colaboraba con gobiernos para reducir drásticamente el gasto en servicios sociales como la salud, la educación o la limpieza medioambiental. Las tasas que los usuarios tienen que pagar en las clínicas públicas y los hospitales han hecho de la sanidad un servicio prohibitivo para aquellos que más lo necesitan, especialmente en un periodo de guerra bioeconómica. A medida que la expoliación capitalista se intensifica en África, las mujeres de la clase trabajadora están más explotadas que nunca debido a que las regulaciones laborales del gobierno se han reducido y los abusos en los talleres de explotación se han incrementado. Con el desmantelamiento de los servicios los espacios urbanos cada vez parecen más vertederos de basura que lugares donde los trabajadores se ganan la vida.

Hoy en día los trabajadores griegos están presenciando concretamente cómo los banqueros internacionales utilizan organizaciones como el FMI y el Banco Central Europeo para erosionar su independencia. Puertos, empresas de suministro de agua, empresas navieras, servicios públicos e incluso las islas son susceptibles de privatización para el pueblo griego con el fin de salvar a los banqueros de Francia y Alemania. Las operaciones de Wall Street dictan que ahora hay un nuevo énfasis en la liberación de la guerra financiera y el papel de los banqueros que han establecido numerosos mecanismos para saquear miles de millones de dólares de África. Las cifras publicadas por la Comisión Económica para África (UNECA por sus siglas en inglés) señalan que aproximadamente 1,4 trillones de dólares salieron de África en flujos financieros ilícitos entre 1980 y 2009. Dichas cifras sobre flujos financieros ilícitos de dinero obtenido de actividades criminales no incluye otras cifras sobre las 15 formas en las que la inversión extranjera directa (FDI por sus siglas en inglés) roba a África sus vitales excedentes [4].A los funcionarios públicos africanos no les da vergüenza robar a su propia gente. Algunos incluso se arrepienten de no haber robado lo suficiente para que sus nombres pudieran aparecer en los «papeles de Panamá», que destacan los nombres de quienes han estado saqueando los recursos de África [5]. La tarea de la liberación hoy en día incluye un refuerzo de la idea de devolver los activos robados a África.

Las Instituciones Bretton Woods y sus aliados asociados han conseguido, a través de las políticas de liberalización y privatización, dirigir la atención de la juventud africana hacia las ideas sobre el establecimiento de mercados capitales y mercados de valores financieros. Sin embargo, como la mayoría de África se ha mantenido fuera de la trampa de la deuda de las instituciones financieras internacionales, es necesario utilizar la fuerza bruta para hacerse con sus activos, como demostró la intervención de la OTAN en Libia. La crudeza de Nicholas Sarkozy, que justificó la destrucción de Libia en aras de la salvación del Euro solo ha sido superada por la complicidad de los gobiernos africanos que se han negado a organizar una mínima ofensiva diplomática de los países no alineados para sacar a la luz la recolonización y la destrucción de Libia.

Economistas como Samir Amin o Michael Hudson han escrito sobre las finanzas como una nueva forma de guerra y la realidad de que los magnates financieros de Nueva York, Londres, Frankfurt, París y Tokyo perpetúan el mismo objetivo que la conquista militar: llegar a controlar la tierra, las infraestructuras básicas y recaudar tributos. No es necesario conquistar un país, ni siquiera ser propietario de su tierra, recursos naturales o infraestructura si se le puede quitar el superávit económico de forma financiera. Lo que antes se conseguía con sangre y armas ahora puede obtenerse mediante los beneficios de la deuda [6].

Las intervenciones militares como la de Libia, Somalia o Nigeria ocurren para desestabilizar a los pueblos de África, puesto que los africanos no han sido seducidos del todo por las ventajas de la deuda. Dicha desestabilización se hace en nombre de la lucha contra el terror y los terroristas en África. Por eso, instituciones como el Comando África de Estados Unidos (AFRICOM) y la OTAN se ven ahora como obstáculos para la liberación africana.

El renacimiento del racismo, el chauvinismo y patrioterismo en el contexto de la crisis capitalista

En el día de la liberación africana de 2016 todo el mundo mira de reojo el aumento del racismo y la islamofobia en Estados Unidos. Desde la crisis financiera de 2008, las clases trabajadoras blancas de EEUU han estado buscando formas de recuperar el privilegio de los blancos en vez de concentrarse en los banqueros y depredadores financieros que los han sumergido en una pobreza más profunda. El aumento de la desigualdad está afectando ahora a la clase blanca trabajadora y fue en esta lucha donde Donald Trump entró promoviendo resentimiento anti-inmigración, nativo e islamófobo. De los dos principales partidos políticos de EEUU, el Partido Republicano, tuvo éxito desde 1968 en privar a los negros de voto y promover políticas racistas. Estas fueron abiertamente expuestas con todo lujo de detalles en la «estrategia sureña». Tras la elección de Obama en 2008, los republicanos formaron una nueva formación racista llamada el Tea Party, del que han surgido senadores neoconservadores como Ted Cruz. De esta contra revolución surgieron 17 aspirantes a la candidatura del partido republicano a la presidencia. Entre estos 17 se encontraba el agente inmobiliario multimillonario Donald Trump.

En el día de África de este año Trump recibió los votos suficientes para ser nominado como el candidato por el partido republicano para la presidencia de Estados Unidos en las próximas elecciones. La trayectoria de Trump está marcada por la misoginia, el racismo y la celebración de la supremacía de los blancos. Tras la elección de Barack Obama como presidente de EEUU, Trump alimentó las ideas que tenía el Tea Party sobre que Obama no era ciudadano estadunidense. El eslogan de su campaña reza «Haremos de Estados Unidos una nación grande otra vez» (Make America Great Again). Trump persigue el imposible objetivo de hacer de Estados Unidos un país blanco de nuevo. La celebración de la supremacía de los blancos se ha avivado otra vez, mientras que las clases blancas trabajadoras deberían centrarse en las clases capitalistas que se han hecho más ricas expropiando millones de casas.

Muchos a lo largo del mundo panafricano no conocen más sobre la historia de Trump que su incursión como personaje de reality show televisivo. El mismo Donald Trump que apoyó la pena de muerte para cinco jóvenes negros a los que se había acusado injustamente de violación en la ciudad de Nueva York. Donald Trump avivó un histerismo racista sobre violadores negros y compró una página entera de un periódico con un anuncio que pretendía conseguir que los cinco adolescentes murieran por un delito que no cometieron. Fue el gran esfuerzo de panafricanistas como Elob Brath para demostrar la inocencia de los cinco chicos (cuatro afroamericanos y un latinoamericano, todos menores de edad), que habían sido incriminados por el departamento de policía de Nueva York por la violación y el tratamiento brutal a una mujer blanca en un caso infame llamado «Central Park Jogger» (La corredora de Central Park) en 1989. El Departamento de Policía de Nueva York obligó a los jóvenes a confesar por la fuerza en medio de una campaña racista alentada por Donald Trump y los medios corporativos. Los hombres fueron exonerados fonalmente en 2002, cuando un violador convicto confesó el ataque de Central Park.

Elombe Brath era uno de los panafricanistas en el área de Nueva York que, durante más de 50 años, había encabezado la celebración de actividades en el día de la liberación de África. La actividad de Brath formaba parte de un movimiento político más amplio mediante el que los trabajadores negros e indios en el área de Nueva York habían estado al frente de la actividad anti imperialista. Hemos hecho mención anteriormente a los antiguos seguidores de Garvey, que se habían organizado en Estados Unidos, junto con Malcolm X, que apareció a finales de los 50 en plataformas de liberación negra. Cuando Malcolm X falleció en 1965 su obra había impulsado entre los pobres, no solo entre los negros, la formación del Socialist Workers Party que aseguraba que Malcolm X era socialista [7].Lo que nos interesa para el día de África 2016 es que en la lucha antirracista en EEUU, revolucionarios como Malcolm X, James Boggs, Grace Boggs, y otros entendieron el papel crucial de los trabajadores negros en la lucha contra el capitalismo. Las tradiciones de Malcolm X siguen con una fuerte vigencia en área de Nueva York. Para que alguien como Donald Trump haya surgido de ese entorno se ha necesitado a la sociedad estadounidense completa, en la que las ideas eugenésicas y la jerarquía racial tienen más prominencia para que Trump emerja como líder.

Donald Trump ha seguido con su racismo nacional e internacional haciendo un llamamiento para que se deporte a 11 millones de trabajadores inmigrantes y para que se construya un muro entre Estados Unidos y México. Durante doscientos años, la sociedad estadounidense se construyó sobre la explotación a gran escala de la vida de los negros. Ahora, en medio de la crisis capitalista ha surgido un nuevo movimiento en pro de las vidas de los negros (#Black Lives Matter) contra los asesinatos cometidos por la policía y el profundo racismo del capitalismo en Estados Unidos.

El movimiento para la liberación negra (Black Liberation Movement) en Estados Unidos bajo el mando de un nuevo cuadro de revolucionarios en el movimiento #Black Lives Matter están destapando la militarización de los espacios urbanos en Estados Unidos, que se habían ocultado hablando sobre democracia y libertad. Las ideas fascistas abundan en EEUU, pero la posición estratégico de la clase trabajadora negra y de piel oscura en la economía ha debilitado las posibilidades para el completo desarrollo de un partido fascista. El movimiento Occupy Wall Street (Ocupa Wall Street) deslegitimó la idea liberal dominante en la sociedad de que cualquier cosa podía conseguirse si se trabaja duro. Lo que dificulta que la derecha se consolide políticamente en Estados Unidos es la alianza entre negros y latinos con las secciones progresistas de las clases trabajadoras, la sección progresista de los movimientos LBGTI, sectores progresistas de los movimientos de mujeres, los movimientos por la paz y los movimientos por la justicia medio ambiental.

En la última crisis capitalista, cuando el fascismo se apoderó de Europa, el aumento de las ideas racistas inundó el continente con partidos que compartían las ideas de Trump y que recibían un gran apoyo de la clase trabajadora blanca europea. Cuanto más profunda es la crisis, más indignantes son las posiciones del populismo de derechas como el Partido de la Libertad de Austria, el Partido Popular de Dinamarca, el Frente Nacional en Francia, UKIP en Inglaterra, el Partido, el Partido por la Libertad de Holanda, Amanecer Dorado en Grecia, la Alianza Nacional en Italia que compite con la Liga Norte y el Partido Nacional Democrático alemán.

Las clases trabajadoras europeas han llegado a un punto en el que tienen que elegir entre apoyar a las clases gobernantes racistas o luchar por sus derechos. El día de África 2016 coincidió con movimientos masivos de trabajadores en Francia y Bélgica donde cientos de miles de personas se echaron a las calles para protestar en contra de la austeridad, los despidos masivos y la guerra. Los tres bancos más importantes de Francia han quedado muy expuestos por la gran crisis financiera actual. Durante el último año, el gobierno ha incitado a la histeria anti-inmigración utilizando el miedo para separar a los trabajadores blancos y negros en Europa [8]. Los medios europeos han utilizado los retos presentados por los refugiados con la guerra y la destrucción en el Este asiático como distracción mientras las clases capitalistas llevaban a cabo ataques masivos a los derechos de los trabajadores y otros derechos básicos como el derecho a un sueldo digno.

Las clases gobernantes europeas tienen miedo, especialmente de la clase obrera organizada en Francia. Durante 50 años el statu quo en Francia saqueó África y Francia sigue movilizando los recursos de 14 Estados africanos para apoyar estatus como gran potencia. Tras la intervención de la OTAN en Libia, las intervenciones francesas en Mali y la República Centroafricana, los gobernantes franceses esperaban que el racismo fuera suficiente para adormecer la militancia de los trabajadores franceses explotados. En mayo de 2016 se demostró que el estado de emergencia creado en Francia y Bélgica poco después de los ‘ataques terroristas’ de noviembre de 2015 no tenía como primer objetivo las redes terroristas islámicas, sino una potencial movilización de trabajadores. Uno de los retos actuales será que el movimiento de justicia reparativa desarrolle una alianza clara con los sectores progresistas de la clase trabajadora para mitigar el crecimiento del Frente Nacional a la vez que se oponen al imperialismo francés en África. El día de la Liberación de Áfirca 2016 también fue otra ocasión para recuperar la demanda a Francia de terminar con el dominio neocolonial en África, Caribe y Oceanía.

El golpe de estado en Brasil y su significado para la liberación africana

Desde Haití hasta Venezuela y desde Honduras hasta Bahía, las luchas de los afrodescendientes demandan solidaridad a todo el mundo panafricano. Cuando la Conferencia de los Pueblos Africanos se convocó en Accra en 1958, el tema de la independencia de Puerto Rico ocupaba uno de los primeros puestos en la agenda del movimiento panafricanista. Hoy, la gente de Puerto Rico pide solidaridad por la opresión intensificada que sufren por parte de los banqueros de Wall Street, que quieren que la gente se muera de hambre mientras que los accionistas en Nueva York siguen cobrando. La gente de Puerto Rico, junto con la de La Martinica, Cayenne, La Guadalupe y las otras 20 colonias están haciendo un llamamiento para que se ponga fin al antiguo concepto del dominio colonial. Esto es un recordatorio para todos los pueblos de que mientras un territorio esté bajo dominio colonial todos los pueblos están amenazados por la dominación extranjera.

En 2016 los ciudadanos de Haití buscaron profundizar su compromiso con la Unión Africana como método para llamar la atención sobre un movimiento anti-haitiano en la región. Especialmente por los exitosos esfuerzos de los líderes de la República Dominicana que negaron la ciudadanía a decenas de miles de dominicanos con ascendencia haitiana creando el mayor grupo de población apátrida del hemisferio occidental. Los miembros de las comunidades africanas de las dos Américas están llamando a la solidaridad frente a una ola intensificada anti-negritud. Mientras que la comunidad del Caribe pidió solidaridad con la gente de Haití, la Unión Africana negó su solicitud de unirse a la UA. Los mismos líderes que decidieron agraciar a los líderes de Ruanda con que albergue la reunión de la UA en Kigali (Ruanda), fracasaron abiertamente en apoyar la lucha de los haitianos. De este modo la Unión Africana ha entrado en un turbio debate sobre quién es africano, negando la plataforma sobre la que se habían acordado los fundamentos de la OUA (Organización para la Unidad Africana) que estipulaban que la Unión Africana se creaba para conseguir una mayor unidad y solidaridad entre los países africanos y los pueblos de África tanto en casa como en el extranjero.

Sin embargo, es en Brasil donde los supremacistas blancos han salido con fuerza a actuar para quitar el poder al gobierno electo de Dilma Roussef del Partido de los Trabajadores. Brasil constituye la sociedad de las Américas con el mayor número de población africana fuera de África. La población afrodescendiente en Brasil es de más de 120 millones, de una población estimada de 204 millones de personas. Durante 300 años, las clases capitalistas practicaron las peores formas de economía genocida, que han sido encuviertas con el concepto de «democracia racial». Los afrobrasileños han estado luchando desde diferentes frentes por sus derechos básicos y ha sido en este siglo cuando han empezado a conseguir apoyo internacional tras la conferencia mundial de la ONU en Durban [Sudáfrica] contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia. Los afrobrasileños habían apostado por el Partido de los Trabajadores de Lula en 2002 y, desde entonces, la sociedad se embarcó en mínimas reformas para poner fin a las formas más explícitas de racismo y asesinatos cometidos por la policía. Es en el continente americano donde la cuestión de la liberación está ahora ligada con las reparaciones y la justicia reparativa.

A pesar de la gran incursión diplomática en África durante los últimos 20 años a cargo de empresas de construcción y energía brasileñas, la realidad es que millones de brasileños negros viven en las condiciones más miserables en las favelas (barrios muy pobres). Las estadísticas nacionales de Brasil no pueden revelar la profundidad de la explotación y el estado de violencia contra los negros que se produce diariamente. El sistema educativo está organizado para oprimir a los negros. Menos del 4% de los afrobrasileños tienen acceso a la educación superior. Los medios en Brasil son vehículo de reproducción de ideas eugenésicas con las ahora tan famosas «novelas» que promueven la estética blanca y la pureza.

En los últimos 14 años el Partido de los Trabajadores (PT) ha puesto en marcha reformas para mejorar las condiciones de los brasileños más pobres (los negros, los mulatos y los indígenas). Los sueldos mínimos han aumentado en un 70 por ciento durante el gobierno del PT, que también ha buscado la forma de aumentar los servicios sociales con programas de transferencia de efectivo como Bolsa Familia (una ayuda social básica). Los gobiernos de Lula y Rousseff comenzaron una gran expansión de las oportunidades educativas que incluyeron un programa dirigido a hacer que la educación superior sea accesible para los afrobrasileños. Fue una verdadera contradicción escuchar las reclamaciones de «discriminación positiva» en Brasil cuando lo que se necesitaba era una completa reforma y reconstrucción de la sociedad para que pudiera cubrir las necesidades de la mayoría de la gente. A pesar de esta contradicción, los arraigados capitalistas blancos se sentían amenazados por cualquier movimiento encaminado a desmantelar el legado de las estructuras del estado genocida de Brasil.

El PT llegó al poder en 2002 y comenzó a hacer reformas mientras mantenía el modelo de acumulación de capital de Brasil intacto. Estas reformas se concebían como una amenaza a la seguridad y al poder de las clases capitalistas. Los extremistas brasileños, aprovechándose de la crisis capitalista en Brasil, se movilizaron para echar del poder a Dilma Rousseff quien había sido reelegida en 2014. (Una de las imágenes más representativas que circuló por las redes sociales durante las manifestaciones contra Rousseff fue una en la que aparecía una pareja blanca manifestándose contra el gobierno del PT con su bebé al que la criada negra, vestida con uniforme, llevaba en un carrito detrás de ellos) [9].

El gobierno del PT ha sido expulsado del poder mientras que los juicios de impugnación están en marcha. El golpe de estado en Brasil es uno de los ejemplos más claros de la necesidad de movilización en pro de una comprensión de las alianzas negras con los sectores progresistas de trabajadores organizados, en la lucha contra el capitalismo del siglo XXI. Poco a poco va quedando claro que únicamente con la movilización a gran escala de los brasileños negros en alianza con la clase trabajadora se podrá conseguir el retroceso de las fuerzas neofascistas en Brasil.

También es este el caso de Venezuela, donde el legado del experimento bolivariano está amenazado por las fuerzas radicales conservadoras. La crisis social y económica en Venezuela, como la lucha en Brasil, apuntan a la realidad de que no se puede retar al capitalismo en América Latina sin un ataque frontal al racismo blanco y a las ideas de los colonizadores que mataron a millones de negros e indígenas, primeros pueblos de la Nación [10].

Educar a los jóvenes en las victorias del pasado con el fin de movilizarlos para la transformación del sistema social

En todo el mundo panafricano los panafricanistas conscienttes aprovecharon la ocasión del día de África para recordarle a la juventud las victorias de los pueblos de África contra los colonizadores italianos en 1896 en Adwa [Etiopía]. Era relevante que, para la celebración del día de África que llevó a cabo la fuerza progresista de Sudáfrica, el enfoque estuviera en la importancia del conocimiento indígena para la transformación de África y la necesidad de que todo el mundo entienda la importancia de las batallas de 1896 entre los italianos y los africanos en Adwa. La victoria contra el colonialismo se repitió también en la última crisis en 1935 cuando las fuerzas de Etiopía hicieron retroceder a las fuerzas de Benito Mussolini. Esta victoria inspiró el movimiento panafricano a escala global y el movimiento rastafari surgió como una gran fuerza panafricana.

Las victorias etíopes garantizaron que los pueblos de Etiopía disfrutaran de su independencia en la era del colonialismo abierto europeo. A medida que se refrescaban estas memorias, también se pidió solidaridad con los trabajadores etíopes y los agricultores pobres que están sufriendo la expropiación de su tierra y comunidades por parte de elementos de las élites gobernantes actuales. Los trabajadores pobres y los pequeños agricultores de Oromia están sufriendo el impacto del chauvinismo de las clases capitalistas etíopes. A falta de un movimiento fuerte de la clase trabajadora que movilice a los trabajadores más allá de las líneas religiosas, étnicas o regionales, los que ocupan el poder utilizan el chauvinismo religioso y étnico para mitigar las exigencias justas de los trabajadores en todos los sectores de la economía. Los trabajadores y pequeños agricultores de Etiopía han hecho un llamamiento a todos los panafricanistas progresistas del mundo para sacar a la luz estas formas de expropiación. La clase dirigente de Etiopía no puede jactarse de albergar la sede de la Unión Africana mientras reprimen a su propio pueblo. Las mujeres etíopes, como cientos de mujeres de África del Este, son enviadas a la Península Arábiga para trabajar en condiciones de semiesclavitud. Un liderazgo militar y patriarcal en Etiopía ha hecho muy poco para poner fin a este comercio de pequeñas esclavas con Arabia Saudita y Emiratos Árabes.

Este año se celebró el día de África justo cuando la cuestión sobre la vida de los negros tenía más prioridad que el futuro de los líderes políticos. Un vibrante optimismo panafricano está siendo impulsado a lo largo y ancho de todo el mundo panafricano, por líderes culturales, mientras que los Estados utilizan el sistema de educación para confundir a la juventud. Estuve hace poco en Abidjan, y pude experimentar de primera mano el importante espíritu revolucionario de los líderes culturales como Tiken Jah. Los artistas de reggae de todo el mundo panafricano han demostrado creatividad y lo que se puede hacer con innovación tecnológica. Mientras que escuchaba a Tiken Jah Fakoly y a Julian Marley en el Abi Reggae Festival, estaba presenciando las nuevas energías de la liberación que ahora emanan de los que no están sobornados por Francia. La interpretación de Africa Unite hecha por Julian Marley desgrana la esencia de la xenofobia y el chauvinismo que existen ahora entre las elites gobernantes en África. La iniciativa para una acción sensata y para la paz está proveniendo de personas que no tienen interés en el poder o la dominación política.

Sin embargo, en Burundi, Somalia, Sudan y la República Centroafricana las cuestiones sobre la paz y la reconstrucción han sido acalladas por dictadores mezquinos que se benefician de la división del pueblo.

El debate sobre la liberación y la paz en África ha estado dominado por intentos de reconciliar las fuerzas políticas que entienden el proceso de paz como otra forma de consolidar la lucha por el poder político. El Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana ha tratado a los africanos hasta ahora como víctimas silenciosas e indefensas que no tienen un papel en la reconstrucción. Los medios internacionales y los gobiernos han hecho hincapié en la importancia de las agencias de las Naciones Unidas y las oenegés internacionales.

Siempre hay algo que hacer

El aislamiento de los pueblos de África por parte de la Unión Africana en temas de paz y educación se manifiesta de muchas formas. Existe una carencia de información sobre el verdadero significado de intervenciones militares externas para luchar contra el «terror». Esta campaña de desinformación sobre las verdaderas causas del terror no hace más que reforzarse con los fondos que envían los think-tanks internacionales para quedarse de entre toda la juventud, con los más brillantes, para que busquen trabajo en ONGs internacionales. Los que no están atrapados en el trabajo con agencias externas se inclinan hacia nuevas formas de fundamentalismo mediante las que la juventud busca la salvación oprimiendo a los otros. Tajudeen Abdul Raheem, cuyos restos descansan en Funtua, Nigeria, se estará revolviendo en la tumba al ver que no hemos sido más directos en dejar en evidencia y oponernos a elementos como Boko Haram. El aumento del fundamentalismo en el mundo es, en muchos niveles, un intento de los pueblos para desarrollar nuevos valores culturales y espirituales. Desafortunadamente, en el intento de desarrollar puntos de referencia espirituales hay algún que otro fanático que desarrolla religiones y expresiones religiosas para dominar y explotar los valores espirituales de otros africanos. Estos elementos generan formas radicales de intolerancia en el proceso de celebración de la espiritualidad y de sus valores. Tenemos el espectáculo de fundamentalistas cristianos, musulmanes e hindúes, que manifiestan su intolerancia en le proceso de elaboración de sus valores espirituales.

Desde la base, las mujeres africanas están al frente del desarrollo de nuevas teorías de liberación africana. Señalan la realidad de que la presión de las fuerzas políticas sobre las guerras del Estado ignora la causa de una violencia incluso mayor, la violencia estructural de la explotación, la violencia social que sufren los explotados y la violencia doméstica que sufren las mujeres. En este sentido, el día de la liberación africana tiene lugar a la vez que fuerzas radicales como Asma Mafhouz surgen en todas las sociedades de África para desarrollar nuevas formas de auto organización y expresión propia. Hay nuevas formas de organización surgiendo poco a poco y sigilosamente. No es casualidad que las fuerzas que lideran el movimiento #Black Lives Matter en Estados Unidos estuvieran formadas por personas transgénero que han dejado claro que la homofobia es incompatible con la liberación africana.

Tajudeen, como C.L.R. James, defendía que siempre se puede hacer algo. Este año, la crisis capitalista está reqiriendo la presencia de nuevas técnicas de rebelión y organización en un momento en el que la juventud proclamaba que el fascismo no se apoderaría de este periodo. La popularidad de Trump es la reacción a la elección de Obama. Lo que cada vez está más claro desde la candidatura de Hilary Clinton es que las principales organizaciones políticas como el Partido Demócrata no pueden ser vehículo de respeto para las vidas de los negros. La juventud del movimiento #Black Lives Matter ha recordado a la sociedad que fueron Bill y Hilary Clinton los que se refirieron a los jóvenes negros como violentos depredadores. Por lo tanto, en el día de África 2016 muchos jóvenes negros habían perdido la esperanza de que la política electoral pudiera cambiar el sistema social. Tanto en Estados Unidos, como en África como en Latino América. En 1963, la mayoría de los países africanos y latinoamericanos estaban gobernados por dictadores. Hoy en día no tanto, pero el capital está demostrando que los gobiernos llegan a tomar medidas despiadadas para asegurar la supervivencia del capitalismo.

Lecciones aprendidas del ébola

Los problemas de guerra biológica y destrucción medioambiental no suelen tratarse en las celebraciones de la liberación africana. Sin embargo, el dramático brote de ébola en Guinea, Liberia y Sierra Leona puso de manifiesto la necesidad de una respuesta panafricana a las crisis de salud. El ébola, el VIH y el sida, la destrucción medioambiental y la quema de gas han puesto sobre la mesa la cruda realidad de que van a ser necesarias soluciones panafricanas que vayan más allá de los estados berlinistas, [estados creados artificialmente por los poderes coloniales europeos en Berlin], forjados sobre las comunidades africanas en 1884. En Estados Unidos, los trabajadores negros de Louisiana han liderado la lucha contra el racismo medio ambiental y han conseguido que las comunidades blancas de la parroquia de St. James se dieran cuenta de que el pasillo industrial del río Mississippi (también conocido como Pasillo del Cáncer) no discriminaba cuando los capitalistas estaban destruyendo el medio ambiente [11].

La crisis capitalista global ha dejado claro que los africanos no pueden reestructurar sus economías sin un cambio fundamental en el poder global. En este momento, los descendientes de africanos tienen la autoridad moral de oponerse al capitalismo y a través del Movimiento Global de Reparaciones (Global Reparations movement) exigen una justicia reparativa y una reestructuración del sistema económico internacional. Este llamamiento a un Nuevo Orden Económico Internacional ya fue apoyado por  líderes como Julius Nyerere, que defendió la causa de la lucha contra la deuda odiosa de África. Es en estados como Nigeria, Sudáfirca, Egipto o República Democráitca del Congo, donde hay enormes clases trabajadoras, donde el capitalismo se esfuerza más por dividir a los pobres en base a regionalismos, etnias o religión. Se necesita un nuevo cuadro de luchadores por la libertad que se opongan a los líderes actuales africanos, quienes han demostrado ser cómplices del saqueo del continente. Se necesitan nuevas formas de organización para cumplir con las nuevas condiciones.

En 1959, cuando Malcolm X organizó el día de la liberación africana en Harlem, tanto la élite gobernante estadounidense como los líderes negros que habían sido absorvidos por esa élite, rechazaron sus ideas. Malcolm X iba muy por delante de su tiempo. Comprendió que la lucha por los derechos civiles en Mississippi no podía separarse de la lucha por la libertad en el Congo. Elomb Brath comprendió que la lucha por las vidas de los jóvenes en el caso «Central Park jogger» no podía separarse de la lucha por la liberación de Nelson Mandela en Sudáfrica o de mostrar solidaridad con el pueblo cubano recibiendo a Fidel Castro en Harlem.

Tanto en Bahía, Brasil, o en Ferguson, Missouri, el grito que el movimiento #BlackLivesMatter está llevando hacia delante es una nueva llamada a la unión para oponerse a la destrucción global de las vidas de los negros y de las comunidades negras. Algunos planes para la organización del mundo bajo la hegemonía de Estados Unidos no han sido considerados aptos, porque la lucha panafricana global siempre ha puesto en evidencia el saqueo y la destrucción del imperio. Los asesinatos masivos de negros en Estados Unidos dificultan que el Comando África de Estados Unidos promueva la mentira de que los militares estadounidenses están en África para proteger las vidas de los negros.

En la era de la cultura del consumo de Occidente y los inmorales valores de avaricia y corrupción, las formas de religión africana y otras formas de espiritualidad se presentan como formas de expresión propia. Los africanos y otros oprimidos quieren identificarse con valores espirituales que proporcionen una base para la emancipación y la redención. Las costumbres, los valores y las tradiciones africanas se están interpretando de modo que se puedan contraponer a la dominación cultural de occidente. Sin embargo, en muchos casos, hay quienes explotan los valores espirituales para promover formas organizadas y expresiones religiosas que también son opresoras. El fundamentalismo africano existe y está manipulado por varias fuerzas que, de momento, no tienen medios para causar daño como otros fundamentalismos.

Los valores espirituales de auto confianza, amor, redención y liberación son valores que pueden dar rienda suelta a la creatividad de los africanos para desarrollar nuevas formas de organización y conceptualización de la sociedad. La tarea es encontrar nuevas formas de armonizar las relaciones entre los seres humanos y entre los seres humanos y la naturaleza. África es un continente rico. Hasta el momento la concepción de los líderes africanos ha sido movilizar los recursos y las materias primas según las demandas de Europa.

Las luchas por la liberación africana en 2016 son parte de una lucha global por un nuevo sistema social que vaya más allá del capitalismo. Es importante aprender de los logros para inspirar a las nuevas generaciones a seguir alzando la antorcha de la libertad.

Horace G. Campbell

*Horance G. Campbell, profesor de Estudios Afroamericanos y Ciencias Políticas en Syracuse Univeristy. Autor de Global NATO and the Catastrphic Failure in Libya: Lessons from Africa in the Roging of African Unity.

Notas:
[1] Minter, S., Hovey, G., & Cobb Jr, C. (Eds.). (2007). No Easy Victories: African Liberation and American Activists over a Half Century, 1950-2000. Trenton, Nueva Jersey: Africa World Press.
[2] Abdul-Raheem, T. (2010). Speaking Truth to Power Selected Pan-African Postcards.Londres: Pambazuka Press.
[3] Véase Samir Amir, Maldevelopment; Anatomy of a Global Failure, United Nations University, Tokyo 1990 para una crítica al papel del FMI y el Banco Mundial.
[4] Tras el establecimiento de los programas de ajuste estructural por parte del FMI y el Banco Mundial para asegurar la evasión fiscal y controlar el fraude en África, las Instituciones Breton Woods organizan estudios que distraen la atención del verdadero saqueo de flujos externos desde África. Véase el estudio inspirado en el FMI: Draining development: Controling flows of illicit funds from developing countries, editado por Peter Reuter y publicado por el Banco Mundial (Washington 2012) en respuesta a Ndikumana, L., & Boyce, J. (2011). Africa’s Odious Debt: How Foreign Loans and Capital Flight Bled a Continent.Londres: Zed Books.
[5] Para ver la cantidad de dinero en paraísos fiscales: Henry, J. S., Christensen, J., & Mathiason, N. (2012). The Price of Offshore Revisited. Tax Justice Network. (http://www.taxjustice.net/cms/upload/pdf/Price_of_Offshore_Revisited_120…)
[6] Hudson, M. (2015). Finance as Warfare: World Economic Association. London.
[7]Breitman, G. The Last Year of Malcolm X: The Evolution of a Revolutionary. Pathfinder Books.
[8] Horace Campbell, Manipulación en París, Counter punch, 19 de enero de 2015 http://www.counterpunch.org/2015/01/19/manipulation-in-paris/Esta imagen acompañaba al artículo de Glen Greenwald, Andrew Fishman y David Miranda titulado Brazil is Engulfed by Ruling Class Corruption – and a Dangerous Subversion of Democrazypublicado por The Intercept el 18 de mayo de 2016 https://theintercept.com/2016/03/18/brazil-is-engulfed-by-ruling-class-c…
[9] Gott, R. (2007). Latin America as a White Settler Society. Bulletin of Latin American Research, 26(2), 269-289.
[10] Véase Environmental Justice and the Mississippi River Industrial Corridor https://www.uvu.edu/ethics/docs/Environmental%20Injustice%20Mississippi%…

Fuente: Pambazuka News, Only the overthrow of capitalism can bring liberation, publicado el 2 de junio de 2016.

Traducido para UMOYA por Isabel Ciudad Fontecha.

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