Todavía siguen siendo necesarias investigaciones sobre muchos sospechosos para poner fin a las exacciones
(Nueva York, 25 de marzo de 2013) – La primera comparecencia del congoleño Bosco Ntagnada ante la Corte Penal Internacional (CPI) el 26 de marzo de 2013, constituirá un importante avance en la vía de la eliminación de las violaciones de los derechos humanos en la RD Congo, ha declarado hoy Human Rigths Watch (HRW). Ntaganda ha sido trasladado en avión a la Haya el 22 de marzo, después de que se hubiera entregado de manera inesperada y por razones desconocidas a la embajada de los EEUU en Kigali, Ruanda, el 18 de marzo y hubiera solicitado ser transferido a la Haya.
La comparecencia de Ntaganda ante la CPI se produce cerca de siete años después de que la Corte hubiera emitido un mandato de arresto contra él por crímenes de guerra en el distrito de Ituri, en el noroeste de la RDC. Durante años, Ntaganda dirigió fuerzas rebeldes y gubernamentales implicadas en asesinatos, violaciones, actos de tortura, utilización de niños soldado y pillaje.
“La comparecencia de Ntaganda ante la CPI ofrece a las víctimas de crímenes horribles la esperanza de que se haga justicia”, ha declarado Géraldine Mattioli-Zeltner, directora del programa Justicia internacional en HRW. “La detención de Ntaganda muestra que nadie está por encima de las leyes”.
La CPI no dispone de una fuerza policial que ejecute sus mandatos y depende enteramente de los gobiernos para proceder a las detenciones. Los EEUU no forman parte de la CPI pero han ejercido un protagonismo crucial al proceder a un traslado rápido y eficaz de Ntaganda a la Haya tras su rendición, según HRW. La cooperación de Ruanda y de la RDC, que no se han opuesto al traslado, ha facilitado las cosas.
El traslado de Ntaganda a la CPI podría cerrar un capítulo de exacciones especialmente atroces cometidas por Ntaganda y sus tropas. Que HRW ha podido documentar detalladamente en los últimos 10 años. La CPI había acusado inicialmente a Ntaganda de crímenes de guerra, de reclutamiento, alistamiento y utilización de niños de menos de 15 años, cuando dirigía un grupo armado de la Unión de Patriotas congoleños (UPC), durante el conflicto en Ituri en 2002 y 2003.
Posteriormente, Ntaganda se unió a otro grupo armado, el CNDP, y siguió cometiendo graves exacciones en los Kivu, en el este de la RDC. En 2009, en el marco de un acuerdo de paz, se integró en las fuerzas armadas congoleñas y alcanzó la graduación de general. Entre 2009 y 2012, las tropas gubernamentales bajo su mando estuvieron implicadas en diversos crímenes de guerra, asesinatos, detenciones arbitrarias y desapariciones forzosas.
En abril de 2012, Ntaganda y otros oficiales se amotinaron y crearon un nuevo movimiento rebelde, el M23, que recibió un importante apoyo por parte de responsables militares ruandeses, según investigaciones llevadas a cabo por HRW, como sucedió en el pasado con la UPC y el CNDP. Los combatientes del M23 han cometido numerosos crímenes (asesinatos, violaciones, reclutamiento de niños soldado).
En marzo de 2012, Thomas Lubanga, presidente de las UPC, coacusado con Ntaganda, fue juzgado y condenado por la CPI y en julio se emitió un segundo mandato de arresto contra Ntaganda, ampliando el abanico de acusaciones a asesinato, violación, esclavitud sexual y pillaje.
“La acusación a Ntaganda ante la CPI es una advertencia severa dirigida a otros autores de violaciones de los derechos humanos y representa un gran paso hacia una mayor justicia ante algunas de las peores atrocidades cometidas en el continente africano estos últimos años”, ha señalado Géraldine Mttioli-Zeltner. “No obstante, no conviene olvidar, al perseguir crímenes cometidos en Ituri, las exacciones cometidas durante tantos años en los Kivu que siguen impunes”.
Investigaciones llevadas a cabo por HRW y otros organismos han revelado que altos responsables políticos y militares en RDC, en Ruanda, en Uganda, han suministrado un apoyo a milicias violentas que operan en Ituri y en los Kivus. HRW ha pedido en numerosas ocasiones que la fiscalía de la CPI investigara sobre la actuación de estos altos responsables en crímenes cometidos tanto por las fuerzas armadas nacionales como por grupos armados activos en el este de la RDC.
Una vez Ntaganda en la Haya, la fiscalía de la CPI debería abrir una nueva fase en sus investigaciones sobre crímenes de guerra en RDC, ha declarado HRW. La fiscal necesitará el apoyo suplementario, cooperación y financiación de todos los países miembros de la CPI. “Más que dar por terminadas las operaciones en RDC, el trabajo de la fiscal de la CPI debería alcanzar un nivel superior y abrir un nuevo capítulo en favor de la justicia”, ha concluido Géraldine Mattioli-Zeltner. “Si la CPI debe ayudar a quebrar el ciclo repetitivo de las exacciones en RDC, es preciso ir más allá de los señores de la guerra locales y perseguir a los altos responsables que los apoyan”.
Recientemente, la fiscalía de la CPI ha conocido algunos reverses (la absolución de Ngdujolo y un asunto que implicaba a un alto responsable keniata) que han suscitado dudas sobre la capacidad de la CPI para cumplir su misión. Diez años después de su fundación, a pesar de algunos problemas de funcionamiento, la CPI representa la mejor esperanza para las víctimas en numerosos países donde se cometen graves crímenes internacionales, ha declarado HRW. El nuevo equipo de la CPI debería inspirarse en la experiencia adquirida y abordar las reformas necesarias a favor de una justicia eficaz.
Para video sobre Bosco Ntaganda: http://youtu.be/64tJk6wGQ1c
Para consultar investigaciones de HRW sobre Ntaganda:
http://www.hrw.org/fr/topic/international-justice/bosco-ntaganda
Resumen y traducción: Ramón Arozarena
