“Soy consciente de ser el presidente de un país en guerra”, dijo el nuevo Jefe de Estado interino Dioncounda Traoré, en su primer discurso después de la investidura, celebrada en Bamako, en presencia del capitán Amadou Haya Sanogo, jefe de la junta militar que tomó el poder el 22 de marzo.
Traoré, quien hasta hace unos días era el presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), ha sido nombrado presidente de Malí por un período de transición, tras la renuncia del ex presidente Amadou Toumani Touré y la firma de un acuerdo para salir de la crisis entre la junta militar y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
“Soy también presidente de un país que ama la paz y llama a todos sus hermanos y hermanas de los movimientos rebeldes a reanudar el diálogo, regresar a las filas del ejército y fortalecer nuestra nación, en lugar de dividir”, agregó Traoré y pidió a los movimientos activos en el Norte que “pongan fin a la violencia, los saqueos, las violaciones” y “que dejen ahora e inmediatamente de manera pacífica las ciudades que han ocupado”.
El nuevo presidente interino reiteró insistentemente en varias ocasiones que “no negociaremos nunca la división de Malí” y advirtió a los rebeldes que, en caso de una negativa, “comenzará una guerra total e implacable para restablecer nuestra integridad territorial, pero también para echar de nuestras fronteras a todos los invasores portadores de la desolación y la miseria”, señaló, en referencia a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
De la ofensiva lanzada en el Norte desde el 17 de enero participan el Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) y también Ansar Dine, un grupo islámico vinculado a AQMI. En los tres grandes centros habitados ocupados (Kidal, Gao y Tombuctú), también se informó de la presencia de la secta islámica secta Boko Haram y de otras formaciones, incluido el Movimiento para la Unicidad y la Jihad en el África Occidental (MUJAO).
Las próximas horas podrían ser decisivas para la implementación de una respuesta militar, pero también para asistir a las ciudades del Norte, donde las nuevas y confusas dinámicas están dando lugar a una verdadera emergencia humanitaria. Los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa de los países miembros de la CEDEAO están reunidos en Abiyán (Costa de Marfil) y podrían dar luz verde formalmente al despliegue de la fuerza regional (FAC) para apoyar al ejército maliense. El envío de 2.000 a 3.000 hombres fue propuesto la semana pasada por los jefes de Estado mayor de los ejércitos de los países del África Occidental, con el objetivo de “detener la grave situación en Malí”. [VV/VR]
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